Los colectivos de transportistas de Eivissa y Balears expresaron ayer su rechazo al céntimo sanitario anunciado por el Govern que se aplicará en el tramo autonómico del impuesto de venta de hidrocarburos para financiar la sanidad.
El presidente de la Asociación de Transporte de Mercancías de Servicio Público de Pimeef, Joan Bufí Riera, señaló que «todo lo que sea aumentar precios es una mala noticia», sobre todo «cuando los carburantes no paran de subir». «Cada día estamos en peores condiciones, estamos todos al límite», agregó Bufí.
En el mismo sentido, aunque más contundente, se expresó ayer la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) que, mediante un comunicado, trasladó «su más enérgica oposición y rechazo a la aplicación al transporte profesional en Balears del denominado céntimo sanitario».
Según la federación, este nuevo impuesto «incrementa el coste del combustible que ya está situado en límites insostenibles para los profesionales del transporte». «Cabe destacar que entre enero de 2010 y enero de 2012 el precio del gasóleo se ha visto incrementado en un 34,15%», recordó la agrupación.
Por ello, y en base a que el combustible «supone el 35% de los costes de explotación de una empresa de transportes», la federación advierte de que la aplicación de esta medida conllevará «el incremento del precio de mecancías y tarifas, al no poder ser asumido en el actual contexto de constante subida del precio del combustible».
En el mismo sentido se expresó Bufí, para quien «lo lógico sería repercutir la subida en los precios» ya que las empresas «nos estamos endeudando cada día más y ya hay más de una que está a punto de cerrar», se lamentó.
«El céntimo sanitario discrimina al sector del transporte por carretera sin ningún tipo de sentido y perjudicaría especialmente a los autónomos, pequeños y medianos empresarios, que verían mermados sustancialmente sus ya deteriorados resultados empresariales», insistió la federación de transportistas.

Salinas: «Esto es un repago del servicio»

El representante en Eivissa de la Unión de Consumidores de España (UCE), Carlos Salinas, también mostró su desacuerdo con la medida que «al parecer no será un céntimo sino cinco céntimos». «No es copago, es un repago de un servicio público al que tienen derecho los ciudadanos», aseguró el portavoz, quien destacó que «no necesariamente con este sistema paga quien lo utiliza porque lo pagan todos los que utilizan hidrocarburos». «No tiene nada que ver con el servicio que se tiene que dar y no es progresivo, como es ahora mismo, que implica que el trabajador que más gana más paga. Por lo tanto es un cargo insolidario», concluyó.