15 personas participan en Santa Eulària en un curso sobre el Método Gaspar Caballero de Segovia

Es un método que terminaría con el hambre en el mundo», se oye entre risas mientras los 15 participantes del ‘Curso de Iniciación a la Horticultura Ecológica: Método Gaspar Caballero de Segovia’, que se imparte durante todo el fin de semana en una casa de Santa Eulària, miden el hueco donde van a poner sus pequeños huertos.

Enfrente de ellos, y dándoles las instrucciones correctas para conseguirlo, están la ingeniera agrícola Rosalina Marí, impulsora de estos cursos que comenzaron en 2006, y el propio Gaspar, un exmúsico que hace 32 años revolucionó el mundo de la agricultura con su idea.

«Hace muchos años me di cuenta que era necesario volver a los orígenes, recuperar la comunión con la tierra y recuperar el sabor de sus frutos», asegura con una gran sonrisa este mallorquín nacido en 1946. Y de aquellas primeras ideas nació su método que, según sus palabras, se basa en «la sencillez, la lógica, el uso racional de la tierra y del agua, el rechazo de cualquier clase de producto fitosanitario, ni siquiera los permitidos en las normas de agricultura ecológica, la minimalización del esfuerzo y la maximización de los resultados».

Mínimo espacio

Sin embargo viendo como trabajan los participantes en el curso una de las cosas que más sorprenden del método es el poco espacio físico necesario para cultivar. «Gaspar ha demostrado que aplicando compostaje sin mezclar con la tierra en un rectángulo de tierra de un metro y medio de ancho y y de unos tres metros de largo, se puede cultivar de forma conjunta lechugas, pimientos, pepinos o calabacines», explica Rosalina mientras los alumnos miden con exactitud sus plantaciones.

No en vano uno de los mayores logros de este sistema es la forma que tiene de conseguir hortalizas ecológicas en un mínimo espacio de tierra y que hace que muchos de ya lo conocen lo vean como una buena solución para el hambre en el mundo. «No sé si podremos conseguir este objetivo tan ambicioso, pero si que está claro que algo puede ayudar porque el espacio que se necesita es mínimo haciendo también que haya menor consumo de agua y de trabajo de siembra y mantenimiento», afirma orgulloso el creador de la idea.

De momento ya son muchos los que lo han probado más allá de Eivissa. Desde cineastas como Bigas Luna o modistas como Agatha Ruiz de la Prada, hasta asociaciones de agricultores, cocineros o personas con discapacidad han comprobado de primera mano que «el método Germán Caballero de Segovia es sencillo, versátil y fácil de adaptar a cualquier superficie, desde huertos convencionales, extensiones amplias de cultivo, jardines en casas, espacios públicos, colegios, e incluso en los balcones y terrazas de cualquier hogar».