De izquierda a derecha, Felipe Zarco, Fernando Lezcano y Katina Vicens de CC.OO, Lorenzo Bravo, Frederic Monrell y Diego Ruiz de UGT.

Los sindicatos mayoritarios en las Pitiüses, CC.OO y UGT, celebraron ayer una asamblea general a la que asistieron alrededor de 200 personas para instar a delegados y trabajadores a secundar la huelga general prevista para el próximo jueves 29 de marzo. Esta asamblea contó con la presencia de Lorenzo Bravo, secretario general de UGT en Balears; Katiana Vicens, secretaria general de CCOO Balears; Frederic Monell, miembro de la comisión ejecutiva confederal de UGT; Fernando Lezcano miembro de la comisión ejecutiva federal de CCOO; Felipe Zarco, representante de Comisiones en las Pitiüses, y Diego Ruiz, representante de UGT en Eivissa y Formentera.

El despido

«El Partido Popular nos ha engañado diciendo que no iba a abaratar el despido. No sólo lo abarata sino que casi lo regala a los empresarios. Los futuros contratos no tendrán indemnización por despido. Además, dijeron que no subirían los impuestos y lo han hecho», explicó Bravo, para quien esta nueva reforma laboral es «el atentado más grande que hayamos podido tener los trabajadores en toda nuestra historia porque nos quita derechos, no los recortan».

Los representantes sindicales a nivel balear aseguraron, además, que tanto el Gobierno central como el autonómico están usando a los parados «como escudo humano» porque, según ellos, «usan discursos populistas y simplistas que acaban calando como que nosotros destruimos empleo cuando son los empresarios quienes crean y eliminan puestos de trabajo», precisó Vicens, quien además puntualizó que «la primera gran mentira» del Gobierno fue decir que la reforma laboral «crearía empleo, y tuvieron que rectificar diciendo que destruiría unos 600.000 trabajos en 2012. Pensamos que podría llegar al millón». En este sentido, opinan que las cifras del paro se verán «más que incrementadas» en los próximos meses.

Monell apuntó que otra de las «mentiras» del Gobierno se centra en decir que están abiertos «al diálogo social». «Sindicatos y patronal firmamos un acuerdo antes de que aprobaran la reforma laboral que tenía contenidos muy importantes y que no han sido respetados. Por tanto, no es cierto que crean en el diálogo social», precisó Monell.

Más precariedad

A nivel balear y, por extensión, pitiuso, Bravo y Vicens destacaron que se generará más precariedad en el ámbito laboral «porque tenemos una economía más estacional». «El convenio colectivo te obliga a contratar a los fijos discontinuos en temporadas de seis meses. Ahora esto cambiará porque si la temporada viene floja se podrán hacer, por ejemplo, contrataciones de cuatro meses. Si ahora estamos en un 30% de precariedad llegaremos a más del 50% con esta nueva normativa», apuntó. Si bien aseguraron que los primeros efectos se están viendo ya en todo el país, en Balears y en Eivissa y Formentera «se verán de manera más clara en plena temporada», por lo que ayer instaron a «la acción sindical dentro de la empresa porque desde dentro se pueden parar la reforma». Objetivo que intentarán cumplir también el 29 de marzo.

«La gente debería leerse la reforma laboral para entender lo que supone»

Fernando Lezcano, miembro de la comisión ejecutiva federal de CCOO aseguró ayer que está en manos del Gobierno el «desactivar el conflicto» que se ha generado con la nueva ley. Destacó, además, que están a la espera de una respuesta del Ministerio de Fomento para pactar los servicios mínimos que habrá en la huelga del 29 de marzo (en el caso de Balears quedarían garantizadas el 50% de las conexiones aéreas y para el transporte marítimo ofrecen un servicio de ida y vuelta con la Península). «Son los mismos servicios que presentamos y logramos pactar con el anterior Gobierno para la huelga de septiembre de 2010. Lezcano aseguró que, si bien los sindicatos tienen voluntad de diálogo y consenso, no aceptarán «unos servicios mínimos abusivos que intenten torpedear la convocatoria de huelga general». En la asamblea destacó también la importancia de «leer la reforma laboral para entender lo que supone», al tiempo que afirmó Lezcano que esta normativa «es una pieza más de una política que pretende competir internacionalmente con mercados como el asiático, soltando lastre en derechos laborales». Y añadió:«Son muchas las personas que consideran que España y Europa no pueden competir con mercados como Asia y, por eso, intentan desarrollar tanta desregulación». Sobre el contenido de la reforma explicó que «viene dictada por parte de las instituciones europeas, pero se ha escrito al dictado de entidades empresariales españolas».

Sobre la efectividad y si servirá para que el Gobierno modifique el contenido de la reforma, Monell señaló: «Las huelgas no se convocan para saber qué pasará después, pero a quien dude sobre si participar o no le diría que lo haga porque puede causar daños irreparables».