Francesco Ceraolo junto a Pedro tras haber cocinado juntos la primera pizza de la sesión de ayer.

Aprieta la masa y extiéndela sin miedo», le decía Francesco Ceraolo, dueño de Chicho’s Pizza, a Pedro mientras éste ponía todo el interés del mundo embadurnado en harina.Tras ello, el joven puso el tomate, el queso y la introdujo en el horno de leña. Y en apenas unos minutos, todos a chuparse los dedos.

Y es que, como aseguraba Ceraolo, italiano procedente de una familia de Sicilia que lleva más de 100 años haciendo pizza, «el truco está en una buena masa de harina, sal y levadura que tiene que estar fermentando entre 24 y 36 horas, en añadir productos de buena calidad y en poder hacerlo en un horno de leña».

Pizza Margarita

Secretos que explicó este gran aficionado al equipo de fútbol del Torino durante toda la mañana de ayer a los 13 alumnos de los cursos de aprendizaje profesional inicial (CAPI) de la Escuela Municipal de Formación de Santa Eulària, que acudieron a aprender a hacer pizzas en su establecimiento de la localidad.

Más concretamente, los jóvenes aprendieron a preparar una pizza Margarita, una de las más conocidas del mundo y de las más sencillas de hacer a base de tomate y queso mozzarella y cuya historia, según Ceraolo, «se remonta a un día de verano de 1889 cuando ‘il signore’ Esposito, un reconocido ‘pizzacero’, introdujo por primera vez este queso en honor a la reina de Italia, Margarita de Saboya, esposa del rey Humberto I, bautizando su producto con el nombre de la soberana».

Así, de igual manera que hizo en su día ‘il signore’, los 13 estudiantes fueron hundiendo sus manos en la masa, expandiendo el tomate y añadiendo el queso y la albahaca para convertirse en el futuro en unos buenos pizzeros y, como aseguraba entre risas Francesco Ceraolo, «si hay alguno que despunte ficharlo lo antes posible para nuestro negocio».

Todos los participantes forman parte de una iniciativa incluida dentro del programa de auxiliar de cocina de los Cursos de Aprendizaje profesional Inicial (CAPI), de la Escuela Municipal de Formación de Santa Eulària que imparte el italiano Eric Tortolani en su restaurante Sa Finca de Siesta.

Un programa por el que, según Tortolani, «los estudiantes, de edades comprendidas entre los 16 y los 19 años, salen preparados para ser ayudantes de cocina gracias a pruebas como la de las pizzas, catas de vino para saber qué tienen que servir, la elaboración de productos de catering para el Ayuntamiento de Santa Eulària y el Palacio de Congresos de Eivissa y en un futuro, si todo sale bien, preparar ’sushi en algún restaurante japonés de la Isla».