La presidenta de la Associació de Geòlegs de les Illes Balears, AGEIB, Margalida Comas quiso puntualizar que las prospecciones que se están realizando en busca de fuentes de aguas termales en Formentera atribuyéndolas a ríos subterráneos «son más fruto de la imaginación que de la realidad».
Los geólogos de Balears especifican que un acuífero «es una formación geológica capaz de almacenar y transmitir el agua en cantidades significativas», pero al mismo tiempo remarcan que «en Formentera el sustrato rocoso está constituido por materiales muy porosos, donde el agua se almacena y se mueve, muy lentamente, de un punto a otro», por lo que, según Margalida Comas, no tiene «nada que ver con misteriosas venas y ríos subterráneos, fruto de nuestra imaginación».
Los geólogos tienen muy claro que en Baleares, y por supuesto en Formentera, «el agua subterránea procede única y exclusivamente de la infiltración del agua de lluvia, y no viaja por ningún misterioso conducto oceánico desde el Pirineo». «Estas afirmaciones -dijo Margalida Comas-, muy arraigadas en la cultura popular, carecen de fundamento científico y conllevan a confundir a la población y aumentar la incultura científica».

Sin misterio
La AGEIB señala que por su morfología «Formentera se podría comparar con una esponja en medio del mar, de ahí que el agua subterránea esté en gran medida salinizada». De todas maneras ahí se obvia un aspecto aparentemente constatado por los más viejos de la isla de que los acuíferos, los pozos, fueron dulces durante décadas, quizás siglos hasta que la sobreexplotación permitió la infiltración de agua salada procedente del mar.
Para Comas «no hay misterio alguno en el hecho de que las aguas que se extraen a mayor profundidad tengan mayor temperatura, es absolutamente natural -explicó-, que a medida que el agua más profunda esté a mayor temperatura». Otra cosa precisó la presidenta de los geólogos de Balears es que «las fracturas profundas permitan la ascensión rápida de agua procedente de acuíferos profundos y más calientes hacia los acuíferos más superficiales, dando lugar a un calentamiento del agua que éstos contienen y por lo tanto la posibilidad de extraerla mediante pozos poco profundos».
La presidenta de la AGEIB indicó además que si por aguas termales se entiende la temperatura con la que brotan, en Llucmajor y Campos hay pozos de los que sale agua a 50ºC y que la diferencia básica de la temperatura es donde estén situados los acuíferos: «Existen algunas zonas con anomalías, respecto al gradiente geotérmico, pero son debidas a la ascensión rápida de agua más caliente procedente de acuíferos profundos a través de un sistema de fracturas hacia acuíferos más superficiales», explicó.
Comas puntualizó que Formentera «no se trata de una zona volcánica que podría explicar diferencias de temperatura sustanciales con las lógicas, de unos 3ºC por cada 100 metros, Balears presenta un gradiente geotérmico normal, no hay cuestiones singulares y los resultados de temperatura son acordes con la profundidad».

Reconocimiento a los pozos payeses

La presidenta de los geólogos señala que en Formentera «el agua que está más al centro de la isla tiene menos sales que en la costa y los pozo antiguos están muy bien hechos porque extraen agua de la parte más superior, así evitan la aceleración de la intrusión marina». Además, explicó que «de hecho he tenido el placer de hacer trabajo de campo midiendo niveles de pozos y los pagesos me parecieron auténticos conocedores del medio y en consecuencia muy respetuosos con su fragilidad».