Gracias al supermercado Thomas Green’s nos sentimos como en casa», asegura Kathy, una británica que reside en Eivissa desde hace cuarenta años y que acude regularmente a este establecimiento en busca de sus caramelos preferidos y las galletas que le recuerdan a su Londres natal.

No en vano, este supermercado de Sant Antoni es el único de toda la Isla que tiene el 95% de sus productos exportados directamente desde Gran Bretaña. Tal es así que en sus estanterías se pueden encontrar salsas, mermeladas, salchichas, distintos tipos de harinas, quesos y mantequillas, productos asiáticos, la tradicional sidra de pera y hasta postales de felicitación de cumpleaños escritas, como no podía ser de otra manera, en inglés.

Más de 200 productos

«Tenemos más de doscientos productos traídos directamente desde Gran Bretaña, pero si hay alguno que alguna personas echa en falta y necesita, para nosotros no es un problema pedírselo y que lo tenga aquí lo más rápido posible», asegura Joseph Ritchie, el patriarca de esta familia escocesa que decidió poner en marcha este supermercado en el año 2006.

«Hacía falta un establecimiento como éste en Eivissa ya que hasta que nosotros abrimos no había nada igual y los muchos británicos que residen en la Isla durante todo el año no encontraban productos que para ellos son tradicionales en su día a día y que les recuerdan a su tierra», continúa orgulloso Joseph mientras termina de atender a a una clienta que sale con una bolsa cargada de, entre otras cosas, mantequilla salada, congelados y distintos productos orientales.

Por eso este establecimiento no sólo está abierto en verano como otros muchos comercios pensados directamente para los turistas. «Abren desde octubre hasta el mes de mayo de forma ininterrumpida y eso está muy bien ya que nos permite encontrar productos para que en Navidad los británicos de la isla podamos preparar platos tradicionales como el Christmas pudding con ciruelas, las galletas de jengibre, o pasteles como el popular brandy butter, el trifle, el Christmas cake o el yule log», explica la veterana Kathy mientras coge entre sus manos una tableta de chocolate.

Sin embargo, con el paso del tiempo y en estos casi siete años que lleva abierto Thomas Green’s, el supermercado se ha convertido también en un lugar de encuentro para muchos otros habitantes de la Isla que no son británicos. «Cada vez vienen más a nosotros españoles, alemanes o italianos atraídos por otros productos diferentes que no encuentran en otros supermercados de la Isla y que para ellos pueden parecer exóticos aunque para nosotros, los británicos, no lo sean», sonríe Joseph mientras entrega una bolsa a una de sus últimas clientas que se despide, como no podía ser de otra manera, diciendo «Good bye, see you tomorrow», recordándonos que estamos en territorio 95% británico.