Rafael del Río Sendino es un hombre directo, que habla amablemente, pero sin rodeos. Se nota que el decimocuarto presidente en la historia de Cáritas España antes de ocupar el cargo fue, entre otras cosas, comisario principal del Cuerpo Nacional de Policía, jefe superior de la región policial de Valencia y de la región policial de Cataluña, y director general de la Policía entre 1982 y 1986.

Desde 2005 ocupa el cargo de presidente de Cáritas, tras haber sido reelegido para otros cuatro años más en marzo de 2009. Casado, padre de cuatro hijos y abuelo de cinco nietos, es un hombre consciente de la difícil situación que atraviesa España y por eso ayer, además de presidir la inauguración del proyecto Ca’n Pep Xico, ofreció la conferencia ‘Cáritas ante la crisis. Una mirada cristiana sobre la situación actual’.

—¿Qué esta pasando que desgraciadamente cada día vemos más gente en los comedores de Cáritas?
—Sí, es una pena pero esto es así. Sin embargo, no me preocupan tanto los comedores sino la asistencia primaria de todas aquellas personas que han tenido una vida más o menos estable y que de repente se han visto en una situación terrible porque no pueden pagar la luz, el agua o la comida para los hijos...

—¿Esto hace que el perfil de los usuarios de Cáritas esté cambiando?
—Sin duda. Cada vez hay más gente en riesgo de exclusión social por unas cosas o por otras. Además, hay muchas personas a las que les es muy difícil acudir a la ayudar que ofrece Cáritas y por eso cada vez hay que hacerlo con más cuidado y delicadeza, para herirles lo menos posible en su orgullo.

—Para todo ello, a ustedes, que son un ejemplo, ¿les está afectando mucho la crisis?
—(risas). Pues mira es curioso pero así como a nivel de ayuda estatal, municipal o local la cosa no está nada bien, la solidaridad de la gente ha aumentado mucho en estos años de crisis. Por ejemplo, del año 2010 al 2011 hemos registrado un aumento de 17 millones de euros en ayuda, aportado en su mayor parte por la gente que donan unos 10 o 15 euros. Esto nos demuestra que la solidaridad es mucho mayor en tiempos de crisis.

—¿Entonces, podemos tranquilizar a la gente asegurando que no está en peligro el trabajo de Cáritas?
—No, no, por Dios. Nosotros seguiremos luchando en la medida que podamos y en la medida que tengamos. También es verdad que nosotros en ocasiones sentimos angustia o miedo por no llegar a todas las demandas que tenemos, aunque siempre hay inauguraciones, como la de este taller, que te anima el espíritu.

—Me imagino que también debe reconfortar el saber que hay muchos voluntarios comprometidos...
—Sí por supuesto. Mira, este es otro de los temas más curiosos, ya que en los tiempos de bonanza económica bajó el número de voluntarios mientras que ahora en los últimos años en los que se ha ido acrecentando la crisis, el número de voluntarios ha ido subiendo como la espuma, demostrándonos que en España hay mucha gente generosa con ganas de ayudar a los demás.

—Y más en los últimos tiempos donde no paran de salir malas noticias de la Iglesia.
—Es verdad, pero afortunadamente esto no nos afecta y nuestros voluntarios siguen al pie del cañón. La Iglesia ha estado muchos siglos ayudando con sus luces y sus sombras, y así seguiremos.

Talleres agrícolas en una finca con historia

Desde que en 1980 Maria Tur Cardona decidió donar su finca Can Pep Xico al Obispado, el lugar se ha convertido en un ejemplo de actividades de integración social. Entre otras muchas cosas, acogió la primera granja de rehabilitación de personas con problemas con las drogas de Balears y un centro abierto de menores.

Ahora se ha convertido en la sede del nuevo taller de formación e inserción sociolaboral de Cáritas inaugurado ayer por, entre otras autoridades, el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura; el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Serra, y el presidente de Cáritas España, Rafael del Río Sendino.

En dicho taller se forma a personas en situación de exclusión social en el ámbito agrícola para mejorar su posible acceso a un puesto de trabajo. Para ello, los usuarios, mientras reciben una beca mensual de formación, dan durante dos meses 130 horas de habilidades sociales y laborales y formación en horticultura, jardinería, recolección y trato de animales autóctonos de Eivissa con el fin de poderse convertir en pastores en un futuro.

Además, también está previsto que el taller desarrolla su propia producción de horticultura y ganadería auctóctona de Eivissa con certificación de agricultura ecológica.

Datos de Cáritas Eivissa

  • 1.536, personas atendidas en 2011, de las cuales 893 lo fueron por primera vez.
  • 110, toneladas de alimentos dados con el sistema de vales.
  • 23.205, comidas calientes y más de 1.000 desayunos se dieron en 2011.
  • 5.500, horas de formación a más de 230 personas.