Los motoristas participantes despertaron la admiración a su paso por los lugares que pasaron durante el día de ayer.

Unidos por su pasión por las motos antiguas ochenta pilotos llegados de todas partes de España están participando durante este fin de semana en la decimosexta edición del rally Isla de Ibiza para motocicletas construidas antes de 1975 que organiza el Club NSU España.

«Hace 18 años que pusimos en marcha la iniciativa aunque sólo llevamos 16 ediciones porque desgraciadamente la del año pasado no la celebramos afectados por la muerte de uno de nuestros compañeros en un accidente», asegura José Andrés Marco, uno de los socios del club y encargado del coche escoba durante este 2012.

Él es precisamente uno de los mayores defensores del tipo de moto que da nombre al club. «NSU, sería ahora lo que es Audi-Volkswagen y en su tiempo fueron motocicletas muy avanzadas para su época con una tecnología que no tenía ninguna otra», explica el propio José Andrés, dueño también de una construída en el año 1956.

En este caso, los participantes que han acudido a Eivissa desde Catalunya, Murcia, Álava, Galicia, Valladolid, Cantabria, Madrid y Alicante, no tienen como requisito principal que las motocicletas sean NSU pero si que sean anteriores a 1975, como la más antigua de la expedición, que data del año 1938.

Recorrido por toda la Isla

Así, durante todo el día de ayer, en el que recorrieron Port des Torrent, Santa Agnès, Sant Mateu, Sant Miquel, Sant Llorenç, Las Dalias y Santa Gertrudis, fueron despertando la admiración de todos los que se cruzaban con ellos. Tal es así, que José Miguel asegura que normalmente durante otras ediciones, incluyendo la de 2010 en la que hicieron El Camino de Santiago, «son muchos los moteros que cuando nos ven circular se nos unen para seguir parte del camino con nosotros aunque no lleven motos antiguas sólo por el placer de marchar con nosotros».

Sin embargo, según José Andrés, el mayor activo que tiene este Rally de motos antiguas Isla de Ibiza es el buen ambiente que se respira durante el fin de semana. Una situación que es posible gracias a que muchos de los participantes se conocen desde hace muchos años y les une una profunda amistad. Por eso, hoy todos terminarán esta decimosexta edición comiéndose un arroz de matanzas en Cala Bassa junto a sus inseparables motocicletas.