Imagen del pleno del Parlament de hoy. | Teresa Ayuga

Los votos de los diputados del PP han evitado este martes que el pleno del Parlament muestre su rechazo a la decisión del Govern de cerrar el Hospital General y el Joan March y, por tanto, no ha aprobado instar al Ejecutivo balear a que paralice esta determinación.

Durante la sesión de este martes, que ha tenido continuación durante la tarde, la Cámara tampoco ha mostrado su opoisicióon a la modificación de los horarios de los centros de salud, acciones que tanto el PSIB como el PSM-IV-ExM y Més per Menorca consideran que supondrán un deterioro en la calidad de la sanidad pública balear.

Así pues, el pleno no ha aprobado una moción presentada por el PSIB en política general en materia de bienestar social, a la que los socialistas habían aceptado las enmiendas registradas por el PSM-IV-ExM.

Durante su intervención, la diputada del PSM-IV-ExM y Més per Menorca, Fina Santiago, ha destacado la necesidad de que la Cámara balear no fuese «cómplice de este sin sentido» llevado a cabo por el Govern con las últimas medidas anunciadas en su plan de ajuste.

«No podemos ser cómplices porque supone un deterioro de la sanidad. ¿Se creen que la calidad será la misma? ¿Dónde se producirá la reducción de la cuantía? En los sueldos y en las ratios», ha opinado Santiago, que ha indicado que esto supondrá una reducción en la calidad ofrecida.

Cambio de modelo

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Asimismo, Santiago ha señalado que estas medidas responden al «cambio de modelo del sistema del bienestar social» que desea emprender el PP y ha criticado, por ejemplo, que la modificación de los horarios planteada para los centros de salud, no se haya hecho tras estudiar unidad por unidad y, de esta forma, practicar «una cirugía fina en lugar de amputar».

En este mismo sentido, se ha manifestado el portavoz adjunto del PSIB, Vicenç ThomÃñs, quien ha lamentado que el PP quiera «cambiar el modelo» y que, además, todavía se desconozca qué servicios sanitarios de la cartera sanitaria van a ser básicos y cuáles suplementarios.

Por su parte, la 'popular' Catalina Palau ha hecho hincapié en la deuda de 830 millones de euros que tiene el IbSalut actualmente. «¿Cómo lo hacemos? Se admiten propuestas no basadas en mentiras», ha dicho la diputada del PP, quien ha invitado a los grupos de la oposición a que muestren su «solución alternativa» si la tienen, si bien ha añadido que «aportaciones útiles, viables y que sean soluciones reales no hay ninguna».

«Agujero» de 830 millones en el Ib-Salut

Palau ha señalado que la «debilidad» del sistema de salud es este «agujero» de 830 millones de euros y, por ello, ha considerado que no hay «más salida» que llevar a cabo «reformas y medidas valientes». En este sentido, ha apuntado además que los 830 millones de euros «tienen nombre y apellido» de manera que su nombre es Pacte de Progrés y sus apellidos son Antich y Thomàs, a quienes ha tildado de «irresponsables» por la gestión llevada a cabo durante la anterior legislatura.

Finalmente, Palau ha defendido que el actual Govern no puede «pagar el sistema sanitario público como estaba planteado» por lo que se debe «encontrar uno que sí se pueda mantener» y que garantice la viabilidad del sistema sanitario. «Si queremos tener lo que no podemos pagar, acabaremos perdiendo todo», ha añadido la 'popular'.

Además de los aspectos sanitarios, la moción de los socialistas también pretendía que la Cámara instase al Govern a dotar a la Conselleria de Educación de los recursos suficientes para garantizar una educación de calidad, así como a dotar el presupuesto destinado a la Renta Mínima de Inserción con una cantidad suficiente para afrontar las demandas previstas o a hacer efectivo los convenios con los ayuntamientos para mantener los centros de día de los municipios, entre otras cuestiones.