El buque fondeó fuera del puerto y hacían continuos viajes con las ‘golondrinas’ para acercar al pasaje al puerto.

A media milla del puerto de Sant Antoni, el buque Seabourn Pride, de 136 metros de eslora, fondeó ayer por primera vez en aguas portmanyinas. En el piano bar, el capitán danés Vagn Jensen esperaba la llegada de la comitiva de autoridades y prensa, que arribaron en las pequeñas embarcaciones propias a motor que dispone el Seabourn Pride para embarcar y desembarcar a sus pasajeros cuando tienen que fondear. De hecho, una de las imágenes más curiosas se podía ver desde el espigón del puerto de Sant Antoni desde donde las idas y venidas de estas embarcaciones transportando pasajeros al puerto eran incesantes.

El encuentro

Una vez en el piano bar, el director de Ports i Aeroports, Antoni Deudero, inició las presentaciones al capitán Jensen de la consellera de Turisme, Carmen Ferrer; la alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez; el concejal de Turisme, Vicente Ribas; el concejal de Obres, Ports i Serveis, Vicente Costa Maymó; el director insular, Rafael García Vila; el comisario de Eivissa, Julio Suárez Losada; el gerente de Ports de les Illes Balears, Daniel Ramis, y el delegado de la consignataria del crucero, José Torres. «¿Qué tal tiempo hace aquí?», preguntó el capitán del buque. «Suele haber mucho sol durante todo el año. Eivissa en general es muy buen sitio», le contesto Deudero. En este intercambio de impresiones y opiniones, el director de Ports aprovechó para expresar a Jensen su deseo de que recalen más veces en Sant Antoni: «Es muy importante para nosotros que hayan optado por Sant Antoni porque la localidad no recibía un crucero desde 1983». Jensen, por su parte, aseguró que valorarán las opiniones de sus clientes, que como él mismo dijo son selectos, cuando regresaran al buque para comprobar si habían quedado satisfechos y así estudiar si más adelante podrían recalar de nuevo. «Habría que estudiar la posibilidad de atracar dentro del puerto», expresó Jensen, que mostró además su sorpresa por el recibimiento. A este respecto, el director de Ports puntualizó que existe la posibilidad de que embarcaciones con esloras como la del Seabourn Pride atraquen, pero «hay que tener en cuenta el tráfico regular» y precisó que «se están perfilando los protocolos». «En consencuencia, la forma más rápida y directa y que no necesita una inversión añadida, que la situación económica no lo permite, es esta fórmula el fondeo con barqueo», puntualizó Deudero.

Tras esta recepción en la que hubo copas de cava, cuidados canapés e intercambios de presentes, el capitán Jensen y su tripulación despidieron a las autoridades como las recibieron, con una gran sonrisa.