Baleares y País Vasco no irán a la huelga del sector educativo convocada para el próximo martes 22 de mayo en toda España, mientras que, en Galicia, los sindicatos aun siguen negociando un acuerdo para suscribir la convocatoria de forma conjunta.

Así lo han explicado este viernes los responsables de las cinco organizaciones que componen la mesa sectorial de educación --UGT, CCOO, ANPE, CSIF y STES--, en una rueda de prensa en la que han vaticinado un «éxito rotundo» de respuesta a la convocatoria.

Según ha explicado el secretario general de FETE UGT, Carlos López, aunque se lanzó una convocatoria estatal de la huelga, los sindicatos regionales han respondido atendiendo a las circunstancias particulares de cada lugar y, en estos dos casos, han decidido no convocar el paro.

No obstante, aunque en Baleares y País Vasco el sector educativo no vaya a la huelga, sí celebraran concentraciones a lo largo de la jornada para rechazar el Real Decreto de Medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo, que recorta 3.000 millones adicionales al sector y que ha desatado las protestas.

Estas concentraciones se sucederán «en todas las provincias» del territorio, según los sindicatos, y comenzarán en la madrugada del lunes al martes con una vigilia convocada en todos los centros escolares. Entre los días 21 y 25 los docentes están llamados a hacer pedagogía en las escuelas sobre la importancia de la educación pública y el día 22, jornada de huelga, a colocar lazos verdes en las ventanas de los colegios.

El acto central tendrá lugar en Madrid, donde a las 18.30 horas se celebrará una manifestación que saldrá de la Plaza de Neptuno y terminará en la Puerta del Sol. Los convocantes han explicado que durante toda la jornada los colegios permanecerán abiertos y con personal suficiente para permitir que los padres lleven a sus hijos. No obstante, el objetivo es conseguir que no se impartan clases en todo el día.

En total, los sindicatos han dirigido su convocatoria a los «más de siete millones y medio» de estudiantes y sus familias que, en su opinión, se verán afectados por los recortes, así como a un millón de trabajadores del ámbito de la educación y, en especial «a los 100.00 interinos que se van a ir a la calle», conforme ha señalado el secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO., José Campos.

Según ha dicho, estos trabajadores, los «30 ó 40.000 desplazados por culpa del decreto» y los «más de 80.000» empleados de apoyo que «pueden ser despedidos» deberán ser «la punta de lanza» de esta jornada de protesta contra «una agresión que afecta a todos los niveles educativos, a todos los centros y a todos los profesionales».

«Estamos convencidos de que va a ser un éxito sin precedentes», ha añadido, para incidir en que «sobran razones para ir a la huelga», algunas de las cuales las ha citado el coordinador de Acción Sindical de STEs-I, Voro Benavent, quien ha incidido en que puede conllevar la pérdida de 100.000 puestos de trabajo en todos los niveles educativos.

En concreto, ha apuntado que se perderán 14.000 empleos en Educación Infantil por la supresión de profesionales de apoyo, 40.000 en primaria por la reconversión y la subida de las ratios de alumnos por aula, 42.200 en Bachillerato y FP por razones similares y 21.800 puestos en el resto de niveles y enseñanzas.

Para el presidente de ANPE, Nicolás Fernández, el decreto «es el colmo de las medidas de reducción de la Educación pública», ya que tendrá un «efecto devastador» sobre el personal interino en términos de pérdida de empleo y sobre las escuelas rurales por la elevación del número de alumnos por aula. Además, «lastrará» las reformas que pudiera tener en mente el Ejecutivo y provocará la «desaparición de programas en marcha».