Imagen de archivo de un ancla sobre posidonia. | OCEANA

La Conselleria balear de Medi Ambient solo puso tres sanciones leves por fondeos sobre posidonia durante el año 2011 de 500 euros (1.500 euros en total). De los 22 expedientes sancionadores abiertos en todo Balears la inmensa mayoría, 17, corresponden al parque natural de ses Salines, particularmente a Formentera, y solo cinco a la isla de Mallorca. De esos 22 expedientes solo se resolvieron estos tres, por lo que el resto todavía están pendientes de multa.

Se da la circunstancia de que ayer mismo agentes de Medi Ambient confirmaron la presencia de un yate de 85 metros en Formentera que había echado el ancla encima de posidonia. Los agentes, acompañados por GEAS de la Guardia Civil, levantaron la correspondiente acta y le obligaron a moverse a fondo arenoso. Según fuentes de la Conselleria, a partir de aquí serán los servicios técnicos y jurídicos de la Conselleria los que decidan si deriva en un expediente sancionador, con lo que se realizarían las comprobaciones correspondientes para definir si la actuación es constitutiva de falta o delito. Sin embargo, desde la Administración advirtieron de que no suelen ser procesos rápidos, ya que los afectados pueden recurrir.

El año pasado hubo varios casos sonados de fondeos sobre posidonia, como los de los yates Turama y Phoenix 2.

Las sanciones por fondear sobre posidonia pueden ser leves (la multa va de los 500 a los 2.000 euros); graves (multas entre 2.001 y 200.000 euros) o muy graves (200.000 euros a dos millones). Desde el Govern insisten en que muchas veces existe falta de conocimiento de la normativa. De hecho, ahora se ha puesto en marcha un plan de información en los clubs náuticos y en los puertos.

Preocupación

El Consell de Formentera mostró ayer su preocupación por este nuevo caso de fondeo incontrolado y pidió a la Conselleria balear de Medi Ambient que ponga vigilancia para que no se vuelva a producir la situación del pasado verano. En declaraciones a Radio Ibiza, el conseller Bartomeu Escandell indicó que esto puede acabar siendo «perjudicial» para Formentera a largo plazo, no solo medioambientalmente, sino también económicamente.