Ante la imposibilidad de venderlas, el Ibavi ha puesto en alquiler las viviendas de ses Païsses en Sant Antoni a precios bajos.

El Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) tiene en su poder 30 millones de euros correspondientes a las fianzas que depositan los particulares cuando formalizan un contrato de alquiler. La empresa pública del Govern es la depositaria de esta cantidad pero, como es obvio, no puede disponer de ella.

No sólo las de los alquileres, el Ibavi también guarda las fianzas que se depositan cuando se firman contratos privados, entre particulares que implican un acuerdo en el uso de determinadas instalaciones. Un ejemplo es la millonaria fianza que hay depositada correspondiente al contrato de la gestión del lujoso hotel Jumeirah, recién inaugurado en el Port de Sóller.

Pero en el plan de ajuste que ha presentado el vicepresident del Govern, Josep Ignasi Aguiló, para acreditar que cumplirá el objetivo del 1,5 por ciento de déficit se incluye la supresión de esta empresa pública, una de las más veteranas de todas las que dependen de la Administración.

El plan que ha elaborado el responsable de la Oficina de Control Presupuestario, Joaquín García, prevé la supresión de tres organismos diversos y su reconversión en un único ente que asuma las funciones de los tres que desaparecen.

Las empresas

Estas tres empresas que pasarán a ser una son CAIB Patrimoni, una de las que está siendo investigada por un posible caso de corrupción conocido como ‘caso Bomsai’; el Institut d’Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals (Ibisec), que se encarga de gestionar la construcción de centros educativos, y el propio Ibavi. Todavía no se ha determinado cómo se denominará este nuevo ente público ya que está previsto que esta reestructuración se haga en una segunda fase de cambio del sector instrumental de la Comunitat.

En cualquier caso, lo que está claro es que la empresa que resulte de la fusión tendrá que asumir como mínimo el objeto social del Ibavi relativo a la custodia de las fianzas por contratos privados.

De hecho, el Ibavi es una de las pocas empresas públicas que existen en la actualidad que no genera déficit. Funciona sin problemas, de forma profesional y genera ingresos que permiten su subsistencia sin tener que recurrir a aportaciones extraordinarias de la Administración.

En el proceso de fusión se juntará con otras entidades que no gozan de la buena situación económica del Ibavi. Tanto CAIB Patrimoni como el Ibisec presentan tantas pérdidas que hacen aconsejable su desaparición. Lo que ahora está por ver es si la nueva empresa resultante consigue salir a flote gracias a los buenos antecedentes económicos del Ibavi o se ve perjudicada por la delicada situación de las otras empresas públicas.