Uno de los cursos CAPI de cocina desarrollado en Sant Antoni

Los cursos de formación CAPI (Cursos d’Aprenentatge Professional Inicial) que ofertaban hasta ahora los ayuntamientos destinados a jóvenes de entre 16 y 21 años no recibirán más dinero del Govern por culpa de los recortes, por lo que no tendrán continuidad una vez finalicen los que hay en marcha.

En Eivissa son tres los consistorios que ofrecen estos cursos. En el caso de Sant Josep se está desarrollando uno de electromecánica de vehículos para diez alumnos; en el de Sant Antoni son dos, uno de auxiliar de cocina y otro de auxiliar de servicios de restauración, con 30 alumnos en total. Estos dos mismos se dan en Santa Eulària, también con 30 alumnos.

En el caso de Sant Antoni ya confirmaron hace unas semanas que estos cursos (que suponían la contratación de tres docentes) no se renovarán porque las ayudas del Govern se han suprimido. También desde el Ayuntamiento de Sant Josep aseguran que ya no ofertarán nada más el año que viene porque no habrá subvención. En este caso había tres profesores: el de mecánica (que es un trabajador del taller donde se realiza el curso que se pidió una excedencia y fue contratado por el Consistorio y que cuando acabe volverá a su puesto), el tutor y una profesora de inglés que trabajaba un 20% de la jornada.

Cocina y camareros

En el caso de Santa Eulària hay dos profesores impartiendo estos cursos de restauración y bar. Desde el Consistorio aseguran que la «voluntad» es poder mantener cursos de formación específica para poder ofrecer salidas laborales a los jóvenes que han abandonado la formación reglada (que es el caso de los destinatarios de los CAPI) o para reciclar parados de larga duración. De todas formas, matizaron que si el SOIB o cualquier otra administración no ofrece ayudas habrá que replantear qué se puede hacer. Por lo pronto aseguran que aún no lo han estudiado porque desde la Escola Municipal de Formación «están más centrados en finalizar los cursos actualmente en marcha».

En el caso de Santa Eulària, por ejemplo, la formación práctica se daba en un restaurante y los alumnos también participaban en la elaboración de cáterings para acontecimientos municipales.

Este recorte se une a la desaparición de los Agentes de Desarrollo Local (ADL), nueve en las Pitiüses, figuras que, desde los ayuntamientos, fomentaban la ocupación.