La recreación virtual sirve para contemplar por primera vez cómo se verá el puerto sin la gran estación marítima actual.

El Ayuntamiento de Eivissa continuó ayer la ronda de debate sobre la reforma de la fachada marítima de Vila, cuyo principal punto de conflicto sigue siendo elegir la zona de atraque para los barcos que enlazan Eivissa y Formentera.

Entre sus tres opciones, Autoritat Portuària de Balears (APB) no prevé que en la Marina solo puedan desembarcar pasajeros, sin carga de mercancías ni vehículos, tal y como pide la oposición municipal de Vila para que el paseo sea solo peatonal y se pueda revitalizar con la afluencia de los pasajeros que viajan entre las Pitiüses. Una posibilidad que «sería una solución perfecta» según reconoció ayer la alcaldesa Marienna Sánchez-Jáuregui si no fuera porque «las navieras no lo ven factible», destacó. «Son presiones que nosotros no tenemos por qué atender. Las navieras no quieren fraccionar el atraque, pero bueno, ¿Aquí quién toma las decisiones, las instituciones con el interés general en primer lugar o las navieras por su interés económico?», se quejó ayer la portavoz de PSOE-Pacte Lurdes Costa.

Al igual que ya lo hizo Autoritat Portuària, Vila y el Consell reconocieron ayer que las tres posibilidades que se plantean para el atraque de Formentrera no contentarán a todo el mundo. Las mismas ubican el atraque, bien en el Martillo [la Marina], bien en el muelle comercial [junto al edificio de Autoritat Portuària], o bien en el nuevo puerto de Botafoc, pero en ningún momento separan los vehículos y la carga de los pasajeros. Aún así, mientras para PSOE-Pacte «ninguna de las tres es buena», para la consellera de Turisme, Carmen Ferrer, todas lo son «aunque tienen pros o contras» y, según Jáuregui, los colectivos consultados hasta el momento, que no son los vecinos y comerciantes de la Marina [una reunión que tendrá lugar en los próximos días] se decantan por alguna de las alternativas.

Finalmente, «la opción que contente a la mayoría será la que se elegirá», aseguró la alcaldesa, que señaló que aún no se descarta «ninguna» porque aún debe escuchar «a todos los colectivos». «Lo que hará el Ayuntamiento es recoger todas las sugerencias en un informe único, también haremos una sugerencia especial nosotros, y lo enviaremos a APB que dirá lo que se puede o no hacer», agregó.

Los representantes

Las reuniones de ayer estuvieron presididas por Jorge Martín, responsable del departamento de Obras y Proyectos de Autoritat Portuària. Durante la mañana, Martín explicó el proyecto, primero a los grupos de la oposición, y después a representantes de la Cambra de Comerç, de los colegios de arquitectos y aparejadores, de Pimeef, de las navieras, y de Fomento de Turismo, entre otros agentes sociales. La próxima semana tendrá lugar la reunión con las asociaciones de vecinos y comerciantes, que son «los más afectados por la obra, aunque en verdad afecta a toda la ciudad», señaló Jáuregui.

Por su parte, Jorge Martín explicó que la primera fase de la obra, aunque «falta cerrarla», tiene un presupuesto de siete millones de euros y de 2,5 millones más para la terminal prevista en el Martillo. Esta primera fase va desde el Muro hasta la estatua del pescador y «podría tener un plazo de siete meses u ocho meses de duración», indicó Martín, que destacó la necesidad de llevarla a cabo durante el invierno para que esté finalizada de cara a la próxima temporada turística.

Finales de julio

«Es un reto complicado que pasa primero por llegar a un acuerdo y en segundo lugar por aplicarnos muy mucho», señaló, en referencia a que el inicio de las obras, que APB prevé para octubre, depende del tiempo que tarde Vila en llegar a un consenso sobre el proyecto. «APB presenta alternativas que resuelven la gestión portuaria, ahora queda un componente, que son las necesidades de los ciudadanos», agregó, e insistió en que cualquiera de las tres opciones para el atraque de Formentera «solucionan el problema», y que se hará la que se elija desde Eivissa.

Al respecto, Jáuregui señaló que «el Ayuntamiento entre esta semana y la que viene habrá hecho toda las consultas que hay que hacer, para que, finalizado el mes de julio, Autoritat Portuària pueda tener todas las sugerencias que hacen los ciudadanos a través de las asociaciones». «A nosotros el proyecto nos parece bueno», aseguró sobre la opinión del equipo de gobierno, pero insistió en que la «mejor» opción será la que elija «la mayoría de los ciudadanos».

La alcaldesa también quiso expresar su rechazo a las declaraciones de Lurdes Costa, quien indicó que la opción de fraccionar el atraque de los barcos Formentera para que no descarguen en la Marina vehículos ni mercancías se había acordado con APB en la anterior legislatura y con los vecinos y comerciantes. «El presidente de APB nos ha dicho que no existía ningún proyecto y ningún compromiso», indicó Jáuregui, que quiere conocer la opinión de los vecinos de primera mano.

Por último, desde una de las navieras, como es Baleària, insisten en que no se disperse el atraque y que se concentre el tráfico de los buques mixtos, de pasajeros y de carga, en un mismo sitio. También negaron presiones al Ayuntamiento «en ningún sentido».