«Este año está peor que en 2011. Estamos sufriendo muchos recortes de subvenciones de las administraciones públicas, tenemos un balance económico peor de lo que esperábamos a pesar de que estamos haciendo recortes en un montón de gastos. Este año es crucial. Depende de cómo nos vaya para nuestra continuidad en 2013», dijo ayer Flor Dell’Agnolo, coordinadora de la delegación en Eivissa de la Fundación Deixalles.

Deixalles presentó ayer los datos de la memoria de actividad de 2011 en la que recoge las dificultades económicas que han tenido que afrontar para hacer frente al mantenimiento de sus servicios.

Entre los datos a destacar se encuentra la petición de demanda de empleo, que ha aumentado un 34,2% en 2011. El gabinete de orientación laboral atendió a 341 personas en riesgo de exclusión aunque el número total de demandas ha sido de 443. La orientación laboral y la búsqueda de trabajo, 263 de las 341, figura entre la demanda con más incidencia, seguido de la demanda de orientación y acción formativa. A través de la intermediación laboral se ha contactado con 44 empresas de las que cinco han firmado un convenio de colaboración con Deixalles y se han realizado 54 contratos laborales.

Durante 2011 se realizaron tres acciones formativas, dos cursos de gestión de residuos y uno de auxiliar de comercio, destinadas a personas con dificultades en su inserción, que han contado con la participación de 41 personas.

Residuos

En el área ambiental, otro de los ejes de la actividad de Deixalles, la coordinadora destacó que se «ha conseguido recoger 148 toneladas de residuos a pesar de los recortes de horarios que hemos tenido por el ERE con menos horas de trabajo, y recuperar el 80% de lo recogido, reutilizándolo o reciclándolo evitando que vaya al vertedero». En 2010 se recogieron 167 toneladas de las que se reutilizaron el 55,89% y se recicló el 11,14%, mientras que en 2011, pese al descenso de las toneladas, se ha reutilizado el 62,53%. «Hemos conseguido mejorar los datos de valorización, en parte por el esfuerzo para mejorar la selección de materiales que pasan a la zona del mercado de segunda mano».

Dentro de los talleres se puso en marcha uno nuevo, el taller de ropa. «Recogemos ropa en las escuelas, en las empresas y también en el polígono de Montecristo y la destinamos a la reutilización, para la venta de ropa de segunda mano, y el reciclaje, como trapos para la industria. Se aprovecha todo al máximo para evitar que los residuos vayan al vertedero», añadió. El mercado de segunda mano, dada su situación económica, es una de sus fuentes de autofinanciación que está en aumento. «Todo lo que recogemos de muebles y electrodomésticos lo ponemos en el mercado de segunda mano, en nuestra nave en Montecristo, y las personas se lo llevan a cambio de una donación», subrayó.

Las consecuencias de la crisis han supuesto el cierre de la tienda de comercio justo en enero de este año que arrastraba un déficit de 9.000 euros y la previsión de más de 32.000 euros para 2012. Pese al cierre de la tienda en Vila, disponen de un área de comercio justo en la delegación del polígono Montecristo.