Platja d’en Bossa estaba bastante llena a pesar del mal tiempo.

Un verano no siempre luce el sol y hace buen tiempo. Hay días en que amanece gris y parece que en unos instantes caerá el chaparrón del año. Pero estas amenazas meteorológicas no importan para nada a turistas e ibicencos que se encuentran tumbados sobre la arena de Platja d’en Bossa. Otros visitantes, mojito en mano, se relajan tumbados en las hamacas de un chiringuito. De fondo, música electrónica.

En vez de cambiar de actividad y pasear, por ejemplo, por Dalt Vila, un grupo de turistas italianos están tumbados sobre sus toallas y charlan. No se han quitado la ropa: «Ya conocemos la Isla, así que hemos decidido venir a la playa, a pesar del tiempo», explica uno de ellos.

Cerca de este grupo, Alejandra, Álex y Adrián, unos jóvenes residentes de la Isla, comen unas patatas para calmar el hambre del mediodía. Según ellos, en «Eivissa no hay nada que hacer» así que han venido a aprovechar su día de vacaciones en la playa. El mal tiempo les da igual porque lo importante es «salir de casa».

Los días en los que el sol no pica tanto son los preferidos para los deportistas, porque así pueden entrenar con más comodidad.