El recién elegido presidente del PP, Vicent Serra, ayer en Sant Antoni.

Tras 25 años afiliado al PP, el presidente del Consell consiguió el domingo desbancar por tan solo 22 votos a su rival, José Sala. Serra estaba ayer afónico y matizó que su voz ronca no se debía a una «juerga» tras la victoria (dice que no la hubo) sino a un «resfriado de verano».

—¿Se esperaba ganar?

—Confiaba en ganar, aunque no por una ventaja grande.

—¿Cómo integrará al otro sector en su directiva? ¿Ha hablado ya con Sala?

—Hablamos el domingo y decidimos que nos tomaremos unos días de descanso político y luego retomaremos las conversaciones para ver la forma en la que unir e integrar para conseguir lo que hemos dicho los dos en campaña, que es que queremos un único partido, también atendiendo a las peticiones de muchos afiliados.

—Ahora hay una serie de cargos que aún se pueden dar en la directiva del partido que supongo que dará usted al otro sector.

—Sí, todo se puede hablar. Estamos hablando de cargos que podrían estar a disposición no solo de él, sino también de personas de su sector que conciten nuestro consenso. Se pueden nombrar 10 personas y una serie de cargos, como secretaría de organización o de áreas. Está pendiente de negociar.

—¿Para Sala tiene algo pensado?

—Bueno, también dependerá de lo que él quiera, porque una cosa es que yo piense algo pero no sé si aceptará tal o cuál cargo.

—El resultado tan ajustado, por 22 votos, indica que hay una gran cantidad de militantes que no siguen su línea, supongo que lo tendrá en cuenta a la hora de incorporar sus opiniones.

—Sí, esto hay que tenerlo en cuenta. Prácticamente es un empate técnico. Esto me da la posibilidad de marcar la línea pero teniendo en cuenta a la otra parte y habrá que estar abierto a los planteamientos que nos puedan hacer desde el otro sector.

—¿Esta división entre consellers y entre concejales y alcaldes puede afectar a la gobernabilidad de las instituciones?

—No tiene por qué si todos somos capaces de madurar la situación. En el momento en que te presentas a las elecciones tienes que estar dispuesto a saber que puedes ganar o perder y en este caso no ha perdido nadie porque el resultado ha sido tan ajustado que es imposible decir que haya un perdedor.

—¿Se siente legitimado con una participación del 46%?

—Estamos hablando del 46% de 2.900 personas en un mes de julio y en una tarde de domingo. Aquí ha salido reforzado el partido, que ha conseguido movilizar a más de 1.300 personas en estas condiciones. El PP está vivo y tiene ganas de mantener las instituciones ganadas en el período de Jerez.

—¿Cree que el apoyo de Abel Matutes le ha restado votos a Sala?

—No me lo he planteado. Todo depende de quién haga la valoración. Hay que respetar las opiniones de cualquiera y hay que dejar que la gente se exprese de una forma libre.

—¿Le ha felicitado Matutes?

—No, no me ha llamado.

—¿Cree que el tema territorial ha influido en el resultado, que el militante del PP ha dicho que ya no quiere determinados proyectos, o no lo interpreta así?

—Podría ser que una de las diferencias entre ambos sea la territorial. Ellos deberán tener en cuenta que hay más gente que está en mi línea.

—Siempre dijo que marcaría su línea cuando ganara. ¿Cuál es?

—Son conceptos que quizás son un repetitivos y tópicos, pero creo que la participación y la renovación son pilares básicos, evitar que la gente se perpetúe en los cargos del partido, que seamos capaces de reaccionar ante determinados cambios sociales. No romper con el pasado, porque somos un partido de raíces, pero sí hacer un cambio de rumbo que nos lleve a una evolución más acorde con la sociedad actual. No es un nuevo partido, es una reorientación.