Las escuelas municipales de verano del municipio de Santa Eulària celebraron ayer la segunda edición del Aquafestival, evento que ya tuvo mucho éxito el año pasado entre los más pequeños, igual que en esta edición.
La novedad principal de esta temporada ha sido la creación de tres sedes diferentes para la actividad en Santa Eulària, Puig d’en Valls y Santa Gertrudis. Todos realizaron distintas actividades de forma paralela, siempre relacionadas con la temática del agua, pero la intención era dividir mejor a niños y monitores para facilitar la realización de los juegos y mejorar la seguridad de los más pequeños, pues los monitores debían controlar a grupos más pequeños.
Este año han sido más de 600 niños los que han participado en el Aquafestival de este año. La mayor parte de las plazas (297 alumnos) fueron para Santa Eulària, donde se utilizaron las instalaciones del polideportivo municipal. Entre los grupos se encontraban 52 jóvenes de Sant Carles, además de los habituales del colegio Vénda d’Arabí, donde se realiza la mayoría de actividades. En Puig d’en Valls fueron 203 alumnos, 47 de los cuales provenian de Jesús. Finalmente, en Santa Gertrudis se concentraron 84 niños.
El Aquafestival, además de ser una jornada de diversión, también sirve para despedir a los niños que solamente formaron parte de las escuelas de verano durante el mes de julio.

Multitud de actividades

Los alumnos que ayer se acercaron al polideportivo de Santa Eulària, de entre tres y once años aproximadamente, se lo pasaron en grande participando y compitiendo en diferentes tipos de juegos.
Las instalaciones deportivas se dividieron en seis zonas en cada una de las cuales los chicos pasaban una media hora. Además, también contaron con un recreo de otros treinta minutos, aproximadamente. Entre los juegos, los pequeños se divirtieron participando en un ‘granizado’ de pelotas hinchables. Divididos en dos equipos, los jugadores tenían que intentar pasar el mayor número de pelotas al otro campo para que ganase, así, quien menos balones tenía al final. Después podían pasar el gran prix en las pistas de atletismo, una gincana con distintas pruebas de habilidad, situada al lado de otra zona donde participaban en carreras de relevos.
La actividad favorita de los chicos fue el baile al ritmo de los éxitos más famosos de este verano, que no pararon de sonar durante toda la mañana. Además, también hubo tiempo para contar cuentos, bajo el título Peix irisat y adivinanzas, todos relacionados con el mar y los animales que se encuentran en este ambiente.
La piscina del polideportivo fue también sede de diferentes juegos en los que se reunía a los grupos según sus edades y habilidades para la natación.

Colaboración de todos

Los monitores de todas las escuelas de los diferentes pueblos llevaban tiempo preparando las actividades, que estaban perfectamente organizadas y supervisadas por la coordinadora, Rosa Valverdre. Toda la decoración del Aquafestival fue preparado por los monitores pero también por los propios pequeños, que realizaron collages y dibujos relacionados con el mar. Este año, además, la escuela de verano ha incluído novedades en su programa como la realización de varias excursiones y campamentos

La escuela de verano de la Peña Deportiva también organiza una gincana

El polideportivo del municipio de Santa Eulària también es sede de la escuela de verano que organiza la Peña Deportiva, que utiliza las instalaciones del área deportiva de la localidad.
Para celebrar el fin de mes y despedir a aquellos alumnos que no se quedarán durante agosto en la escuela, ayer se organizó también otra gincana para los más pequeños. De este modo, los alumnos de la Peña Deportiva de Santa Eulària y los de la escuela de verano municipal compartieron ayer instalaciones.
A lo largo de la mañana los chicos participaron en varios juegos deportivos y también en algunos concursos en los que tenían que competir divididos en varios grupos. «¿Cuántas papeleras hay en todo el recinto?» o «¿cuánto suman las edades de todos los monitores?», les preguntaban, a lo que los jóvenes tenían que recorrer las instalaciones para averiguar las respuestas a cada cuestión y poder, así, ir sumando puntos.
La clave de esta escuela de verano, en la que hay más de 150 alumnos de entre cinco y trece años dividos en grupos según su edad, es el deporte. Los alumnos practican desde fútbol a balonmano, pasando por tenis y muchos más. Aún así, también hay tiempo para realizar talleres de manualidades, como por ejemplo camisetas, para aprender inglés o para ir a la piscina.