Pedro Canpillo y Xico Tarrés, en 2004, cuando presidían el gobierno de Vila.

Los impulsores de la empresa pública Imvisa y la sociedad mixta Itusa, los socialistas Xico Tarrés y Pedro Campillo, valoraron ayer el comienzo del fin de ambas sociedades, que fueron fundadas bajo su mandato en el Ayuntamiento de Eivissa, en 2004, cuando Tarrés era alcalde y Campillo teniente de alcalde.

Hoy, aunque ambos siguen distanciados por desacuerdos de partido, entre otros motivos que no han salido a la luz pública, Tarrés y Campillo coinciden en que ambas empresas eran buenas herramientas para gestionar proyectos ambiciosos.

Según Tarrés, portavoz de PSOE-Pacte en el Consell, en la disolución de ambas sociedades «hay mucha mentira por en medio y mucho querer confundir para decir que todo está tan mal». «Imvisa e Itusa tienen unos activos importantes, como los solares de Isidor Macabich», destacó Tarrés, quien señaló que para venderlos lo que hace falta «es una buena gestión». «Sabemos que todo el tema inmobiliario ha bajado y seguro que se ha visto afectado, pero podría haber gente interesada y esto requiere gestión», insistió.

Tarrés lamentó que el desarrollo de las sociedades transcurriera paralelo «a una gran mentira que empieza con toda la farsa de Eivissa Centre, intentando hacer ver por parte de alguien que aquello era una estafa», señaló sobre la causa sobre presuntos pagos de comisiones que sigue abierta en los juzgados. «Eivissa Centre era el mejor proyecto que tenía Vila en toda su historia. Y en todos estos años no ha habido ningún juez ni nadie que dijera que se ha robado tanto dinero o que se ha encontrado tanto dinero», remarcó y criticó que estas circunstancias hayan «deteriorado un proyecto que hubiera supuesto que el centro de Eivissa tuviera una transformación muy importante».

De igual forma se expresó Campillo: «Buscando herramientas de gestión que nos ayudaran a realizar proyectos muy ambiciosos y complicados formamos las empresas públicas», señaló, aunque matizó que no puede dar una opinión sobre el desarrollo de las sociedades porque hace seis años que está desvinculado del Ayuntamiento. «No sé por qué no han funcionado bien», afirmó.