Los puestos de ‘fartons’ y horchata tuvieron mucho éxito entre los ciudadanos y los turistas | ANA ISABEL GARRIDO SANCHEZ

La Associació Cultural Valenciana de Sant Antoni llevó ayer al Passeig de ses Fonts un trozo de su tierra: una degustación gratuita de horchata y fartons. Es el cuarto año que se celebra y una vez más volvió a ser todo un éxito. «Gracias a Dios y con la que está cayendo hemos podido volver a organizar este pequeño evento que para nosotros es muy importante y que para la gente del pueblo y los turistas se ha convertido en todo un clásico de las fiestas de Sant Bartomeu», explicaba orgullosa la presidenta de la asociación, Sandra Borrás.
Cerca de veinte miembros del colectivo no pararon de servir estos dos productos tradicionales de su tierra desde las 19,00 horas. «Este año hemos preparado 100 litros de horchata y unos 1.000 fartons y estaremos sirviéndolos detrás de los pequeños mostradores hasta que no quede nada de todo lo que hemos traído».
Gracias a su esfuerzo la iniciativa volvió a ser todo un éxito. Fueron muchísimos los vecinos, curiosos y turistas que pasaron por el pequeño puesto decorado con una enorme bandera valenciana. «Jamás habíamos probado esta especie de leche granizada ni este bollo pero nos ha gustado tanto que si nos dejan repetiremos», aseguraba Peter, un padre de una familia de Leicester, que iba acompañado de su mujer y tres hijos. Pero no sólo entre los turistas extranjeros gustó la idea. Claudia, Laura y Marta, tres jóvenes de Salamanca que acababan de llegar a Eivissa estaban encantadas. «Todavía no hemos dejado las maletas y con el calor que hace y mientras encontramos el hotel nunca viene nada mal algo fresquito y que llene el estómago, y más si es gratis». Incluso, había alguno, como Mayra, que es ya una seguidora de esta iniciativa. «Yo soy ibicenca y vivo en Sant Antoni, pero me gusta tanto lo que organiza esta asociación que siempre que me entero que organizan cosas me paso para verlas y disfrutarlas».

Juegos con Cachirulo
Muchos de los que iban con su farton y con su vaso de horchata por el paseo aprovecharon también la jornada para disfrutar con la fiesta infantil que montó Cachirulo. El payaso uruguayo congregó delante de su escenario a cerca de medio centenar de niños y padres que llenaron las sillas para bailar y cantar al ritmo de sus juegos. «Venimos de San Sebastián y, sinceramente, nos hemos llevado una grata sorpresa porque no sabíamos que hacían esto para los más pequeños», aseguraba Egoitz, acompañado de su hija Nekane y su mujer Maitane.