La pareja durante la celebración de la ceremonia en el restaurante Lio, en Eivissa

El Restaurante Cabaret Club Lío acogió ayer uno de los acontecimientos más destacados en el verano ibicenco: la ceremonia de renovación de los votos entre David y Cathy Guetta, veinte años después de que se conocieron.
Sin embargo, el evento sólo estuvo reservado para unos cuantos privilegiados. Apenas cuarenta invitados, amigos íntimos de la popular pareja, pudieron disfrutar de una ceremonia que estuvo marcada por los impedimentos que puso la organización para que los medios de comunicación pudieran captar alguna instantánea.
Todo comenzó con la llegada del matrimonio al embarcadero del Lío a bordo del Mephisto, el barco del empresario de Pacha, Ricardo Urgell. Ella de blanco y él de esmoquin fueron recibidos por una gran ovación y por un conjunto de globos plateados que formaban la frase ‘Kathy y David, 20 años de amor’. Finalmente, tras algo más de media hora, la ceremonia, que se celebró en la terraza superior, terminó con todos los invitados cantando a coro y al unísono Happy Day.
Tras ello, llegó la fiesta. Unas doscientas personas tenían acreditación entre las que se rumoreaba que estaban las cantantes Rihanna y Lady Gaga. Sin embargo, si estuvieron, ninguna de ellas hizo acto de presencia por la puerta principal para decepción de los muchos curiosos que se amontonaban en la puerta del restaurante para ver quien llegaba entre tanto coche de alta gama.
La que si lo hizo fue Rossy de Palma, que fue una de las más aplaudidas, junto a los djs Armin Van Buuren y Pete Tong, Naomi Campbell, Christian Braun, propietario del Nassau Beach Club, los jóvenes Christian y Alan Anadon, y el payaso local Cachirulo, contratado probablemente para animar a los muchos niños que acudieron a la velada.