Un grupo de niños pequeños del colegio de Santa Eulària preparados para su actuación en el polideportivo municipal. | M.G.

Los alumnos de los diferentes grupos que han tomado parte en les Escoles d’Estiu de Santa Eulària participaron ayer en multitud de actividades para despedir el verano. Por primera vez, este año se organizaron dos fiestas distintas, una en el Polideportivo de Santa Eulària y otra en el colegio Puig d’en Valls, con la intención, según Rosa Valverde, coordinadora general de la escuelas, «de que los padres no tengan que desplazarse tantos kilómetros para ver el final de curso y puedan ahorrar un poco en gasolina».

El centro deportivo se congregaron los alumnos correspondientes a los colegios de Sant Carles, Santa Eulària, Santa Gertrudis y Educación Especial, y en Puig d’en Valls, los del centro de esta localidad y los de Jesús. En total, participaron los 575 niños inscritos en las escuelas en julio y los 450 de agosto.

Fameliars y es riu

En ambos lugares la temática escogida para este año eran els fameliars y es riu de Santa Eulària.

En el centro deportivo, los quince grupos, formados por niños cuyas edades oscilaban de los cuatro a los trece años derrocharon imaginación y agilidad sobre el parquet. Saltos, volteretas, coreografías, disfraces de todo tipo y, sobre todo, mucha música se convirtieron en protagonistas de la mañana.

Durante más de tres horas se pudieron escuchar ‘hits’ ibicencos como Jo tinc una enamorada, clásicos como Balada Cheverechevere de los Payasos Gabi, Fofó y Miliki y éxitos del verano como Lady Loca de Juan Magán, Yo quiero rayos de sol, de Jose De Rico y Henry Mendez, o Tacatá, de Tacabro. «Aunque no se escucha muy bien lo que dice el presentador ni la música que ponen cada uno de los grupos, para nosotros lo más importante es la ilusión que ponen los pequeños para que todo salga perfecto en la representación después de que hayan estado muchos días ensayando», explicaba Lorena, una orgullosa madre que tomaba fotos desde la grada.

Puig d’en Valls

Una mesa con comida y bebida variada daba la bienvenida a los centenares de padres y madres al colegio Puig d’en Valls, donde los asistentes de las escuelas de verano de esta población y los de Jesús habían preparado una gran fiesta de despedida de la temporada estival. Los monitores ultimaban los preparativos y la decoración del escenario y realizaban las últimas pruebas de sonido y música.

A las once y media de la mañana empezó el espectáculo y desde todas las calles de Puig d’en Valls se oía la música y los gritos que provenían del colegio. Dara Martín, la coordinadora de la escuela de verano, fue la encargada de presentar los siete grupos de niños de entre cuatro y doce años.

Els Dofins petits y els Dofins grossos fueron los primeros en inaugurar la fiesta de clausura bailando la divertida canción Chuchuá. Los más pequeños del colegio divertían a los padres moviendo el esqueleto con unas máscaras amarillas con forma de pato.

Los guepardos, No hay dos sin tres, Los tigres, Los fameliars, El país de nunca jamás y así sucesivamente fueron actuando los siete grupos de niños de las escuelas de verano de Puig d’en Valls y Jesús. «¡Mira qué ritmo tiene! Si es que me va a salir bailarina», se decía a sí misma una mujer que no paraba de hacer fotos a su hija pequeña.

Al finalizar las representaciones, llegó el momento más esperado para los niños: realizar y gravar en vídeo un Flash Mob. «Una de las novedades de este año es que hacemos un gran baile final en el patio del colegio, con música muy movida ydonde participan los 130 niños de los dos centros», explica Dana.