El Ayuntamiento de Santa Eulària prevé iniciar en noviembre la primera fase de las obras de peatonalización de la Plaza de España y del paseo de s’Alamera, un proyecto que busca «pacificar el tránsito, permitir que ciudadanos y turistas disfruten de una forma más plena de este espacio emblemático y potenciar la actividad comercial».

La propuesta fue presentada ayer por el alcalde Vicent Marí, el concejal de Urbanismo, Mariano Juan, y la arquitecta municipal y autora del proyecto Marta González. La obra cuenta con un presupuesto estimado 1,19 millones de euros y los trabajos serán financiados con un préstamo solicitado por el Consistorio al Fondo para la Ordenación y Mejora de Infraestructuras Turísticas (Fomit).

La primera fase consistirá en la remodelación del Pasaje de Sant Josep y de las vías aledañas a la Plaza de España, para dar forma a un recorrido peatonal que unirá el Paseo de la Paz (donde se ubica el aparcamiento subterráneo) con la misma plaza. Sin embargo, estas vías no estarán totalmente cerradas al tráfico, ya que el Consistorio estudia permitir el paso de vehículos aunque con prioridad para el viandante. «Es una cuestión que tenemos que evaluar, si la abrimos también al tráfico normal y corriente, aunque la prioridad será siempre del peatón. Como es una cuestión que no afecta a los elementos urbanísticos, nosotros urbanizamos y luego ya decidiremos qué va. Pero sí que habrá carga y descarga, y zonas de servicio para los negocios de la zona», explicó Mariano Juan.

En esta fase también se reubicará Es Broll, la fuente en torno a la cual surgió y creció Santa Eulària. Actualmente se ubica paralela a la vía principal, la calle de Sant Jaume, pero «se va a recolocar y se pondrá perpendicular». «Lo que queremos es abrir la plaza para convertirla en adaptable. Con lo cual, la fuente en vez de estar en paralelo, haciendo una barrera, se ubicará perpendicular en la calle principal», agregó.

Las obras incluirán un cambio de alumbrado y la instalación de un mobiliario más eficiente. El pavimento será de piedra calcárea de Eivissa, «piedra de cantera ibicenca», y se mantendrán las palmeras, aunque el paisaje se «enriquecerá» con más vegetación. También se instalará «balizamiento y luces ornamentales», destacó el concejal.

La segunda fase de la reforma de se abordará en otoño de 2013 y comprenderá la peatonalización del paseo de s’Alamera, incluido el tramo anexo de la calle Santa Jaume. La vertiente derecha de la vía, conforme se baja hacia la mar, quedará cerrada al tránsito en general y, al otro lado, se generará un vial de paso desde la Calle de la Mar hasta la calle principal del pueblo, que permitirá mantener la ubicación la parada de taxis.

A la reforma de la fuente de Es Broll se unirá la recuperación de las acequias, que serán «un elemento emblemático de la segunda fase». «También se van a instalar unas esculturas de bronce de podencos ibicencos al lado del pozo [Pou de Baix]. Son cuatro podencos, el macho, la hembra y dos cachorros, que, aparte de ser la raza de Eivissa, consideramos que evoca el turismo familiar de Eivissa», concluyó.