Imagen obtenida del Facebook de la fiesta Zoo Project, que refleja uno de sus últimos eventos.

Un grupo de vecinos de Can Bonet estudian «seriamente» la posibilidad de presentar una querella contra el Ayuntamiento de Sant Antoni por no actuar «ante una actividad ilegal que se está realizando en el establecimiento Gala Night, concretamente la fiesta denominada Zoo Project, una discoteca al aire libre sin licencia».

Los vecinos han presentado ante el Consistorio una denuncia apoyada con 70 firmas de residentes del barrio, para pedir la intervención inmediata para que «este mismo verano y de manera inminente se prohiba, se paralice y precinte la actividad denunciada». Según explican, la fiesta que se desarrolla los miércoles y viernes en horario de 16,00 a 1,00 horas provoca una masificación de personas cuyas consecuencias son «consumo de alcohol en nuestras calles y portales, venta y consumo de drogas, vomitan y orinan en nuestros coches, practican sexo, se originan peleas, un trasiego de personas a pie imposible, los coches van y vienen a una velocidad prohibida e incluso en dirección contraria, taxis piratas y ruidos».

En este sentido, acusan al Ayuntamiento de no hacer respetar «la normativa en materia de orden público y seguridad ciudadana» así como también critican su «inactividad y falta de diligencia» a la hora de hacer cumplir «la normativa aplicable ante actividades que se están desarrollando sin la autorización correspondiente». Según fundamentan en su denuncia, la fiesta se desarrolla «en suelo no urbanizable o rústico, sin licencia de actividad que la ampare, tratándose además de un uso prohibido y condicionado según el planeamiento urbanístico aplicable y sin que exista interés general o similar para su autorización». También aseguran que carece de licencia para «la práctica de actividades de discoteca o sala de fiesta en el exterior del edificio principal».

Al respecto, el vecino que encabeza la denuncia, José Antonio Funes, aseguró que el Ayuntamiento dice «medias verdades» porque asegura que el Gala Night «tiene licencia». «Y sí, es verdad que tiene licencia, pero no para hacer la actividad que está haciendo», afirmó.

Funes explicó que «la gota» que colmó el vaso fue la agresión que sufrió un vecino en su propia casa, el pasado 28 de julio, «día en que tres chicos británicos» treparon el muro de su vivienda y se enzarzaron con él «a puñetazos y patadas» porque «no les había gustado que este vecino limpiara con la manguera el vómito que acababan de arrojar en la acera y fachada de nuestras casas». «Encima llamas a la policía y ni se presenta», se quejó el vecino.