Imagen de archivo de camareras de pisos trabajando en un hotel, una profesión en la que predominan las fijas discontinuas. | LAURA L. MARIN

Los datos del Govern sobre la evolución mensual en los llamamientos de fijos discontinuos revelan que esta figura se ha incrementado más de un 30% desde que empezara la crisis económica en 2008. Así, hace cinco años de enero a agosto (último dato actualizado este año) se produjeron 6.907 llamamientos de este tipo de trabajadores frente a los 8.950 que han tenido lugar en el mismo periodo de este año. Respecto al año pasado, el incremento es del 7,5% (de enero a agosto del año pasado se produjeron 8.324) y respecto a 2010 la subida es del 16,4% cuando se produjeron en los mismos meses 7.687 llamamientos de trabajadores fijos discontinuos.

Las causas

La situación de crisis económica es la principal causa del aumento de este tipo de contrato. «A los trabajadores fijos se les pasa a fijos discontinuos para así disponer de ellos unos meses y no todo el año. Cuando a un trabajador le plantean la posibilidad de o reducir los meses de trabajo o de ser despedido escoge, sin duda, trabajar sólo unos meses al año», explicó Diego Ruiz, secretario general de UGT en las Pitiüses.

Al contrario de lo que pueda parecer por el aumento de las cifras, según afirmó Ruiz, esto supone una precarización del empleo: «Sólo por el hecho de pasar a trabajar unos meses al año ya hay precarización. Habría que mirar en qué sectores se ha producido el aumento, porque en hostelería, por ejemplo, podrían tener una garantía de ocupación, pero esto en otros sectores no existe», explicó Ruiz, para quien también es igualmente importante la duración del contrato: «Un fijo discontinuo puede trabajar tres meses o seis», precisó. Ruiz tiene claro que la conversión de contratos fijos a discontinuos guarda relación con las dos últimas reformas laborales: «Se ha precarizado mucho el empleo y se ha facilitado el despido», precisó.

Los meses en que más llamamientos se han producido en Eivissa este año son abril y mayo con 2.363 y 3.932, respectivamente, aunque destacan los 950 llamamientos que hubo en marzo y los 823 de junio. En Formentera, también fue en abril y mayo cuando más incorporaciones hubo con 231 y 401, respectivamente.

El total de llamamientos que se produjeron el año pasado en las Pitiüses asciende a 9.455.