La residencia de Sant Antoni está cerrada porque no hay dinero para abrirla.

El presidente del Consell, Vicent Serra, garantizó ayer que no echarán al personal que trabaja en las residencias, tal y como vaticinó la consellera de PSOE-Pacte Patricia Abascal. «Abascal solo dice barbaridades, como lo de la privatización y los trabajadores, está generando una gran alarma social, no trabaja ni para la institución ni para los trabajadores y cuando fue consellera el Consorcio Sociosanitario estuvo totalmente descontrolado», criticó Serra, que indicó que Abascal es la «responsable de esta situación económica y ella misma convocó una rueda de prensa para decir que era culpable».

El presidente señaló que cuando fue conseller de Bienestar Social en épocas de Palau el déficit del consorcio lo asumía siempre el Govern y cuando ha vuelto tras la gestión progresista el déficit ya se imputaba al Consell. «Patricia Abascal y Xico Tarrés son los únicos culpables de haber consentido que el Govern dé menos dinero. Han sido lo menos reivindicativo que ha tenido el Consell en la historia», añadió Serra, que recordó que su equipo está «luchando» para mantener la asistencia. «En ningún momento se nos ha pasado por la cabeza que se dejara de prestar el servicio, ni que se echara a la calle a los trabajadores, ni que se diera menos calidad a los mayores», agregó el presidente del Consell, que aseguró que mañana llevan a pleno una modificación de crédito por valor de un millón de euros para poder pagar las nóminas de los trabajadores de las residencias de diciembre y abonar facturas a proveedores. De esta forma, salen al paso a la falta de liquidez que denunció la gerente del consorcio, Maite Planells, en un informe para justificar la disolución de este consorcio. «Se cubrirán las nóminas hasta 31 de diciembre y a partir de ahí será el Govern el que, o lo gestione directamente o nos pase el dinero que haga falta para llevarlo con normalidad», señaló Serra, que recordó que la dependencia es una competencia del Ejecutivo balear.