Una de las últimas protestas que han tenido lugar en Eivissa. | ultimahora.es

El sindicato Central Sindical Independiente y de Funcionarios de las Pitiüses, (CSI-F) acusó ayer al Consell d’Eivissa de incurrir en «incoherencias» al hacer un esfuerzo extraordinario para rebajar el déficit de la institución con «un control exhaustivo al personal, al que se le reduce el sueldo, mientras se mantienen los cargos de confianza y tres consellers no electos con un montante superior a los 400.000 euros anuales».

Según se queja el sindicato, la institución ejerce este control «escrupuloso» sobre el personal funcionario y laboral, así como sobre «sus contrataciones, permisos, horarios, vacaciones no sustituidas, etc, a veces hasta niveles deshumanizados, por ejemplo, al negar permisos establecidos en la normativa vigente por el cuidado de algún familiar necesitado, por el fomento de la formación, acudir a los servicios sanitarios, entre otros casos». «Se han rebajado los sueldos incluso a los mileuristas, la paga de Navidad; se ha perdido más de un 35 % del poder adquisitivo», enumera CSI-F, que, critica no solo que se mantengan los cargos de confianza y los consellers no electos, sino también «las dietas añadidas a los sueldos sustanciosos, los gastos de representación, los gastos de móviles de última generación para el colectivo dirigente».

«No se controlan los horarios de aquellos políticos que cobran por dedicación exclusiva, cerca de 60.000 euros anuales y se dedican cantidades millonarias en competencias que el Consell d’Eivissa no ha recibido, por consiguiente, esta mala gestión provoca o más déficit o una reducción sustancial en la realización de las competencias recibidas», afirmó el sindicato mediante un comunicado.

Para CSI-F, «es hora de exigir a los políticos, honradez, coherencia y pulcritud en la gestión de nuestro dinero» ya que «hoy por hoy son los empleados públicos a los únicos que les han apretado el cinturón, cargando en sus espaldas, la mayoría ‘mileuristas’, los desmanes de la clase política dentro de las distintas administraciones públicas sobredimensionadas», concluyó.