Imagen del buque Nixe atracado en la actual estación de Formentera.

Como auguraba el lunes el presidente de Autoritat Portuària, José María Urrutia, en su blog, la nueva alternativa propuesta para la futura remodelación del puerto de Vila no gusta a todos. Tanto es así, que la naviera Baleària anuncia que de llevarse a cabo esta nueva propuesta la empresa «se vería obligada a replantear su tradicional modelo de negocio en la línea Eivissa-Formentera, basado en el transporte de pasaje y carga, ya que sería inviable económicamente y operativamente mantener un buque mixto en esta ruta». Además, prosigue en un comunicado remitido ayer, «el fast ferry Nixe tampoco volvería a operar en Formentera». Con estas palabras, la naviera deja en el aire las futuras conexiones entre las Pitiüses con buques que compatibilicen carga con el pasaje.

Baleària mostró su «disconformidad» con la opción planteada desde Autoritat Portuària que implica instalar el tráfico de pasajeros en el muelle viejo, mientras que la carga se ubicaría en los muelles de es Botafoc: «La separación de los tráficos atentaría contra la viabilidad económica del ferry Posidonia al quedar desplazado de la fuente principal del mercado», señalaron desde la naviera, que recordaron que ya ha experimentado casos similares con los desplazamientos de buques como el Ramon Llull o el Passió per Formentera a los muelles de Levante, «resultando insostenibles económicamente».

Desde la compañía dicen no entender que el criterio de la remodelación del puerto de Eivissa «quede supeditada a la entrada de un nuevo buque a la línea, cuando el planteamiento de Autoritat Portuària siempre ha sido el de mantener todo el pasaje en una misma ubicación».

En el mismo documento, Baleària insiste en que la separación de tráfico de pasaje y carga en dos ubicaciones distintas «no es una solución adecuada para los usuarios de la línea, ni es económicamente viable, a la vez que condicionaría el futuro del tráfico marítimo en una línea vital para los formenterenses».

Dimensiones

La naviera, además de mostrar su desacuerdo «tanto por el contenido como por la forma» en la que se comunicó esta nueva alternativa, señala que el nuevo buque tiene solo cinco metros más de eslora que el Nixe y «con una bodega muy similar». De hecho, desde la empresa resaltan que la capacidad en bodega es muy parecida, mientras que en lo referente al pasaje el nuevo buque puede transportar 728 personas frente a las 546 del Nixe. Asimismo, la compañía tenía previsto mantener el mismo número de frecuencias que realiza el Nixe, es decir, unos seis servicios diarios (tres idas y tres vueltas) entre las Pitiüses. El nuevo buque, que ahora se encuentra en los astilleros de Burriana (Catellón), estaba previsto que entrara en funcionamiento este invierno.

Por otro lado, la naviera recriminó que en ninguna de las reuniones mantenidas Autoritat Portuària nunca manifestó que el cambio de buque pudiera modificar radicalmente su posición. Además, indican que la puesta en marcha del Posidoina pretendía ser un proyecto más sostenible y ecoeficiente para el tráfico de esta línea, «con precios mucho más asequibles para los pasajeros dado que el buque consume menos combustible y tardaría unos 50 minutos en realizar la travesía a 17 nudos de velocidad».