El pequeño Thiago, de cuatro años, da de comer ayer una zanahoria al caballo en presencia de su padre Miguel.

«Parece el destino, una yegua con discapacidad que ahora va ayudar a niños con discapacidad», comentaba ayer con la mirada llena de ilusión Carmen Boned, presidenta de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (Apneef), al ver como Mai Se Sap pastaba en los alrededores de Sant Llorenç.

No en vano ayer fue un día muy especial para esta asociación. Gracias a la generosidad de Ana María Bufí, a partir de ahora contarán con un caballo en propiedad para poder realizar sus sesiones de equinoterapia. «Hasta el momento, para nuestro programa ‘Cabalgando sonrisas’, todos los sábados teníamos que gastarnos una buena cantidad de euros en alquilar un animal, pero eso ahora se ha terminado gracias a Ana María y a la ayuda de Epona, un patrocinador que nos ayudará con cien euros para pagar la alimentación de la yegua una vez al mes», aseguraba la propia Boned.

Además, la presencia de este animal de nueve años en la asociación permitirá poder aumentar el número de actividades beneficiosas para las personas con discapacidad. Según la presidenta de Apneef, «con Mai Se Sap podrán trabajar unos 30 chicos de Apneef durante algún día más de la semana que los sábados, ampliando el abanico de actividades que forman parte de la hipoterapia y la equinoterapia».

Terapia con los caballos

El programa ‘Cabalgando sonrisas’ comenzó hace tres años y medio y desde entonces los niños que han participado en él han experimentado importantes avances. Según Sara Hierro, fisioterapeuta de Apneef, «además de salir de las aulas y estar en contacto con la naturaleza, el hacer hipoterapia o fisioterapia con los caballos, a corto plazo, les ha ayudado a mejorar su sistema motor, su equilibrio o su elasticidad».

Además, a la larga, según Hierro, «a los chicos autistas el poder peinar o dar de comer a la yegua y estar en contacto con otros niños les ayuda a mejorar su confianza en sí mismos, mientras que a los que sufren problemas de movilidad les sirve como una importante ayuda motriz, ya que los movimientos de una persona a caballo simulan los movimientos de la pelvis y el tronco cuando se está caminando».