Los grupos de la oposición PSOE-Pacte y Es Nou Partit, muchos integrantes del PP de Sant Antoni, y ahora también la asociación de vecinos. Cada vez son más las voces que exigen el cese «inmediato» del concejal de Fiestas, José Antonio Costa Llampat, en respuesta a la postura que ha preferido adoptar la alcaldesa Pepita Gutiérrez, que quiere esperar hasta la semana que viene para tomar una decisión con «tranquilidad». Este intento de poner paños fríos está produciendo el efecto contrario y está caldeando los ánimos de una buena parte de los habitantes del municipio.

La Asociación de Vecinos de Sant Antoni considera una «vergüenza» que este concejal se haya enfrentado en estado de embriaguez a la Policía Local, y haya intentado hacer valer su cargo para que no le denunciaran por ser el responsable de una fiesta en un bar, cuya música y ruidos molestaba a los vecinos. «Precisamente ellos, que nos han hecho 50 ordenanzas de medio ambiente, son los primeros en saltárselas y encima sacar pecho, pues apaga y vámonos», criticó ayer la presidenta de la asociación, Carmen Muñoa, que en nombre de los asociados pidió a través de una carta a los medios de comunicación la dimisión o el cese «inmediato» de Llampat. Una destitución que «clama al cielo», añadió.