La Oficina de la Dona cerró 2012 con 606 mujeres y niños atendidos frente a los 602 de 2011. Un descenso de un 7% que se atribuye a la marcha de mujeres extranjeras, sobre todo ecuatorianas, debido a la difícil situación económica al salir del hogar por lo que deciden volver a su país de origen. «El descenso ha sido general. Hemos notado que mujeres extranjeras que no podían mantener su situación económica se han marchado. Las instituciones damos abasto a todo lo que podemos pero una mujer siempre espera tener un cojín económico o posibilidades de trabajo y no estamos en ese momento», explicó la directora de la Oficina de la Dona, Olga Guerra.

En programas como los pisos de acogida se ha registrado este descenso, 33 mujeres frente a las 49 del 2011, que también se atribuye al perfil de las usuarias: mujeres extranjeras, «que son las que tienen menos apoyo familiar y las que necesitan este recurso; hay mujeres que han vuelto a su país porque no podían mantener esta situación». Las que han estado en los pisos han permanecido más tiempo, «cuando salen de los hogares tan de tener una manera de vivir y el trabajo está ahora más complicado», apuntó.