Pocos minutos después de que se diera a conocer la identidad del nuevo sumo pontífice, el obispo de Eivissa y Formentera, Vicente Juan Segura, relató en el programa de Àngels Barceló, Hora 25 de la Cadena SER, su proximidad y su trato con él.

Juan Segura indicó que el pasado jueves, en su último viaje a Roma, coincidió con el que hoy se ha convertido en el nuevo Papa, Francisco I, quien le preguntó si aún continuaba en la diócesis pitiusa. En ese encuentro que mantuvieron, el obispo indicó que no hablaron sobre los candidatos a sustituir a Benedicto XVI. El nuevo pontífice conoce del destino de Vicente Juan Segura porque, según relató este en el programa radiofónico, hace ocho años le remitió una carta en la que le indicó que rezaría por su nuevo destino, las Pitiüses. Al escuchar el discurso de Francisco I, Juan señaló que muchos de los conceptos que trasladó ayer también se pueden encontrar en esa carta remitida al obispo de Eivissa y Formentera.

Vicente Juan Segura definió al nuevo Papa como una persona «buena, sencilla y humilde» y precisó que en su nueva misión fomentará todos estos valores. Para el obispo pitiuso la elección de Bergoglio es la «respuesta de Dios a los católicos».

En su relato en la emisora radiofónica, Juan recordó que tiene muchas anécdotas del argentino durante su paso por el Vaticano. Entre ellas, el obispo de Eivissa y Formentera contó cuando, en los años 90, hicieron cardenal a Bergoglio y el embajador argentino en Italia quiso hacer una fiesta para celebrar el nombramiento. El sumo pontífice de aquel entonces se negó a que se celebrase una fiesta cuando en Argentina estaban pasando sus peores momentos económicos. Para Juan, Bergoglio ha elegido siempre «el camino de la sencillez» y lo calificó como un «ejemplo de padre y pastor».

El obispo de Mallorca, Javier Salinas, por su parte, manifestó su alegría y sorpresa por la elección del nuevo papa, el argentino Jorge Mario Bergoglio, al que ha definido como una persona «con una gran espiritualidad, sencillo, con una forma de vivir en la que ha primado la proximidad con la gente». Salinas expresó su sorpresa, «a pesar de estar en el conjunto de los posibles», por la elección de Francisco I al que conoció personalmente hace unos seis años, cuando el nuevo papa dirigió unos ejercicios espirituales en el episcopado español en Madrid.