Edu Sánchez, Belén Torres, Vicent Marí y Ana Costa, en la presentación del proyecto. g Foto: SERGIO G. CAÑIZARES | (c) Sergio G. Canizares

El colegio de Santa Gertrudis perderá 500 metros de patio con la ampliación, ya que el nuevo edificio se proyecta hacer en el patio trasero del colegio, pasando de 1.083 metros cuadrados construidos del actual a 2.278 metros. No obstante, desde el Ayuntamiento de Santa Eulària recordaron ayer que el proyecto contempla la eliminación de un porche de uralita así como los barracones del actual comedor con lo que se ganará ese espacio y el nuevo edificio tendrá un área de porche extensa para los niños.

La ampliación contempla la construcción de una nueva ala del edificio, que se conectará con el antiguo. En la planta baja se ubicará la zona administrativa, despachos, un almacén y el nuevo gimnasio. En la planta piso estarán cuatro aulas polivalentes y las clases de informática, música y biblioteca, que tendrá acceso desde el exterior. El edificio antiguo contará con un comedor más amplio con cocina, al trasladarse la biblioteca a la nueva ala, y pequeñas reformas en algunas aulas para el cambio de uso.

La delegada territorial de Educació, Belén Torres; el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí; las concejalas Edu Sánchez y Ana Costa, así como la directora del colegio, Remedios González, presentaron ayer el proyecto de ampliación del colegio. «Es un día importante porque no se presenta una idea, sino que el objetivo está conseguido. Estamos haciendo todos los pasos para que este proyecto sea una realidad», dijo el alcalde.

La intención es que las obras acaben antes de iniciar el curso 2014-2015. Las obras, presupuestadas en 2,2 millones de euros, están en fase de licitación. El BOIB publicó ayer el proyecto de ejecución, que está en exposición pública. «Estamos trabajando en el pliego de condiciones y el Ibisec tiene que dar el visto bueno», explicó ayer el alcalde. Marí dijo que «se agilizarán los pasos para que no haya demora y pueda comenzar cuando acabe el curso, de manera que en verano se hagan los trabajos más complejos y con más ruido».

Turnos y rapidez

El plazo de ejecución es de doce meses y se tendrá en cuenta la rapidez, la calidad y la seguridad. El alcalde explicó que en el pliego de condiciones «se valorará no sólo el precio para la adjudicación sino a aquellas empresas que presenten un programa de trabajo más adecuado al entorno que genere el mínimo de molestias posibles y eso pasa por reducir el plazo de ejecución».

Además, dijo que «no se descarta poder hacer más turnos de trabajos para reducir al máximo el plazo». De hecho, el Ayuntamiento quiere este año empezar también las obras del segundo instituto, para las que también han adelantado el dinero al Govern.

Marí destacó que «se ha hecho esfuerzo presupuestario para la financiación, aplazando inversiones para dedicarlas a la educación», en referencia a instalaciones deportivas. «Si alguna tiene que esperar un año, todo el mundo lo entiende y nos apañaremos». Además, dijo que «se mirará para que el endeudamiento sea mínimo».

En cuanto a las obras, la directora del colegio, Remedios González, explicó que «los ingenieros del Ibisec dijeron que la zona se delimitará y pediremos permiso en horas de patio para salir fuera; tenemos que convivir con las obras, pero los niños disfrutarán después y si el verano del año que viene está acabado no habrá problemas de espacio».