Dos de los integrantes de la colla de Sant Josep portando la imagen del santo a la salida de la iglesia.

La localidad de Sant Josep vivió ayer su día grande con la tradicional misa que esta vez no estuvo oficiada por el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, debido a que se encuentra en Roma. Tras la misma, decenas de ‘josepins’ participaron en la procesión que recorre la carretera principal del municipio portando las imágenes de los santos por los integrantes de la colla de ball pagès.

Tras el recorrido, los asistentes, que disfrutaron de un espléndido día soleado y con temperaturas propias de los meses de verano, se reunieron en la plaza de la iglesia para saborear las tradicionales orelletes y buñuelos acompañados con un vaso de moscatel distribuido por los ‘obrers’. Minutos antes, la colla de ball pagès hizo una exhibición del baile tradicional para luego disfrutar con los bailes del grupo invitado de este año, la Asociación Etnográfica Don Sancho de Zamora.