Díaz Canseco, ayer, en la sede de la CAEB, donde se impartió la charla sobre la reforma laboral.

José Díaz Canseco llega a Eivissa para impartir en la CAEB un curso bajo el título ‘Reforma laboral: un año gestionando el cambio’, que se celebró ayer en Eivissa.

—Hay dos discursos bien diferenciados. ¿La reforma laboral ha creado o destruido empleo en este primer año?
—Somos completamente apolíticos en la consultora. Lo que está claro es que en la época que estamos de crisis es muy difícil crear empleo. El empleo viene porque hay un tejido empresarial que es capaz de generar oportunidades de negocio, ganar dinero y, por tanto, necesita mano de obra. La reforma laboral por sí misma no crea empleo, pone los elementos, facilita que el empresario en una circunstancia de activación económica tenga menos miedo o menos excusas para crear empleo. Si vamos al dato concreto vemos obviamente que el desempleo ha ido creciendo en los últimos años. De hecho, saldrá la EPA a principios de abril y lo que se espera es que haya crecido en torno a 300.000 desempleados. Lo que sí es cierto que los datos de empleo registrado de enero y de febrero se esperaban unas cifras y finalmente se redujeron e históricamente estas cifras por el efecto post navidad fueron muy superiores en otras épocas frente a los últimos datos de enero y febrero de este año.

—Entonces, ¿qué lectura hace de todas estas cifras?
—La lectura que hace el Gobierno y en este caso yo estoy de acuerdo es que el paro se está relajando. Poco a poco la destrucción de empleo está creciendo menos. El Gobierno dice que en el último trimestre de este año y principios del 2014 llegaremos a un punto de equilibrio, es decir, ni se destruye ni se crea empleo en términos netos. Si acompañas esto con los índices adelantados de creación de riqueza (baja la prima de riesgo, nos cuesta menos pedir financiación y la confianza del empresariado aumenta) puede ser que finales de este año principios del año que viene se empiece a crear empleo neto, no masivo.

—¿Hemos tocado fondo en la destrucción de empleo? ¿Podemos caer más?
—Hemos tocado fondo, pero por supuesto que se puede caer más y sólo tenemos que ver algunos países que tenemos alrededor. El caer muchísimo más pasaría por un rescate a España y entonces tendríamos un problema estructural grave que nos costaría muchos años solventar; no hemos llegado a este punto. La reforma laboral ha sido uno de los elementos, entre muchos.

—¿Hay despidos masivos?
—La reforma laboral, por muy buena que sea, no crea empleo; te da instrumentos para que seas tú el que cree empleo, te quita el miedo a contratar. Una de las cosas que se ha dicho es ésta, que ha abaratado el despido; es cierto que en algunos casos lo ha hecho, pero lo han puesto en la línea de lo que se está haciendo en el resto de Europa. ¿Es bueno o malo? Cuanto más caro sea el despido, menos te van a despedir o más le va a costar a la empresa, pero te va a despedir igual. Creo que las pimes no les importa tanto el hecho de que el despido sea tan barato. Cuando vas a contratar digamos que me duele menos la cabeza porque sé que cuando las cosas me vayan mal, el despido será más sencillo. Donde realmente ha ayudado, por decirlo de alguna forma, es en las grandes empresas de este país y también en el empleo público laboral. El abaratamiento del despido genera que la empresa gaste menos dinero, pero en algunos casos garantiza la viabilidad de la compañía porque de otra manera, la empresa habría quebrado

—¿Se están precarizando las condiciones laborales a raíz de la reforma laboral?
—El salario bruto se ha ido reduciendo, ha sido de los países de Europa donde más se ha reducido y, por ello, hemos perdido poder adquisitivo, pero este debate está en consonancia con los minijobs de Alemania. Yo siempre digo que es preferible, con los dramas que hay, tener un trabajo de 400 euros o de prácticas en una empresa por 600 que no tenerlo. También es cierto que en muchos casos, por tipología de familias y personas que tienen familia, con un empleo de 600 euros no da para vivir. Y este es el drama que tenemos. El desempleo en España dura alrededor de dos años y uno de los problemas que tenemos es que no nos ponemos a movernos a buscar empleo hasta que no se nos agota la prestación; habría que buscar empleo en serio antes o montar un negocio.

—Entonces, ¿habría que cambiar la mentalidad de la búsqueda de trabajo?
—Pienso que sí. Tiene un poco que ver con la edad de los despedidos. Los jóvenes no tienen la posibilidad de acceder al mercado laboral, estas personas jóvenes tienen otra mentalidad y están deseando crear un empleo por cuenta propia. Por eso, uno de los últimos paquetes de medidas del Gobierno es para emprendedores de menos de 30 años. Pero les falta financiación; son personas que pueden crear empleo, pero ante la expectativa de consumo ven el vaso más vacío que lleno. Creo que esto cambiará a corto plazo. De hecho, creo que ya se está viendo que estamos saliendo realmente de la crisis, falta que los datos del paro se estabilicen y se empiece a crear empleo para que la gente se lo crea y empiece a consumir. A final de año, el paro estará estabilizado y puede que se empiece a crear empleo neto a cuentagotas.

—¿En qué ha beneficiado la reforma al trabajador?
—En algunos casos ha mejorado las condiciones, por ejemplo, en el tema de la maternidad, el tema de la ultractividad de los convenios colectivos que beneficia al empleado. Un convenio colectivo cuando llega a su fin, si no hay acuerdo entre las partes, el convenio se prorroga automáticamente. Anteriormente era de dos años y propusimos que fuese un año y si no hay acuerdo entre empresa y sindicatos se opera el convenio colectivo de rango superior. Esto facilita que crezcan los convenios de empresa, por lo tanto las condiciones por las que se rigen las relaciones laborales estarán muy ceñidas y personalizadas a las necesidades de la empresa.

—¿Debería continuar la norma cuando haya un cambio de gobierno?
—Nosotros opinamos que es mejor la estabilidad. Se presentaron el año pasado 656 enmiendas a la reforma de las cuales se aprobaron solo 46, de las que 16 fueron del PP y las restantes de otros grupos parlamentarios. Creo que ha sido un trabajo de negociar consensuar con todos los grupos políticos. No veo bueno para los empleados del país ni para las empresas que cuando un partido saque una norma de manera unilateral y cuando llegue el otro partido político, sea el que sea, se vuelva a cambiar. Porque al final deshacemos lo andado; necesitamos estabilidad en este país. El resto de Europa llevan muchos años con este camino andado en muchos aspectos. En el caso del despido, los subsidios, las prestaciones por despido son muy inferiores. También es cierto que algunas prestaciones, por ejemplo, por maternidad son muy superiores. Esperemos que cuando haya época de bonanza se ande por el mismo camino de aumentar más otras prestaciones de protección.