Daniel Giralt-Miracle, Bartomeu Marí, Lina Sansano, Teresa Gandas y Elena Ruiz Sastre, en la presentación de 'La utopia és possible, ICSID, Eivissa, 1971'.

El Mace acoge desde mañana viernes la exposición 'La utopia és possible. ICSID, Eivissa, 1971', que rememora la celebración en Eivissa, entre el 14 y el 16 de octubre de 1971, del VII Congreso del International Council of Societies of Industrial Design (ICSID), un evento concebido como punto de confluencia entre el diseño y las formas más experimentales del arte y la arquitectura.

La muestra fue montada en 2012 en el Museu d'Art Contemporani de Barcelona (Macba) sobre el evento que tuvo lugar a principios de los años 70 en la Isla, un "banco de pruebas para estudiar la relación entre dichas prácticas y supuso una nueva forma de entender el diseño".

La concejala de Cultura y Patrimonio, Lina Sansano, presentó el evento esta mañana junto a Elena Ruiz Sastre, directora del Museo de arte contemporáneo de Eivissa (Mace), Bartomeu Marí Ribas, director del Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA), Daniel Girarlt-Miracle y Teresa Grandas. La exposición se inaugura este viernes a las 20 horas en la Sala de Armas del museo ibicenco y se expondrá hasta el 31 de agosto. Se trata de una muestra comisariada por Giralt-Miracle y Grandas, producida por el Macba con la colaboración del museo de arte contemporáneo de Eivissa.

Según recuerdan sus organizadores, el ICSID de 1971 se celebró en la cala de Sant Miquel, lejos de las habituales sedes urbanas. Mientras el resto del país, aún bajo la dictadura de Franco, mostraba una imagen de represión, censura y falta de libertades, Eivissa constituía un entorno poco construido todavía. Desde los años treinta, intelectuales y artistas como Raoul Hausmann, Walter Benjamin y los arquitectos del GATCPAC ya se habían instalado en la isla.

La vanguardia y el cosmopolitismo contrastaban con una cultura rural, muy permisiva, capaz de conciliar las diferencias estéticas y sociales. Como destaca el co-comisario de la exposición, Daniel Giralt-Miracle, el congreso no puede ser entendido sin tener en cuenta el marco histórico en que se celebró: «En aquellos momentos todo el mundo estaba convencido de que había que cambiar el statu quo de una sociedad que había quedado obsoleta».