En el estudio elaborado por los biólogos se han detectado marcas de anclas de hasta 344 metros de longitud.

La posidonia no se muere, la están matando. Un equipo de científicos de la consultora ambiental marina Oceansnell ha constatado que en tan solo cuatro años las anclas de las embarcaciones que fondean de manera incontrolada sobre las praderas de posidonia en Formentera han arrasado el 20% de la planta que hay en esta área protegida.

El estudio se realizó en diciembre del año pasado sobre una superficie de 3,5 kilómetros en el norte de Formentera, entre Punta Pedrera y s’Espalmador. Los biólogos delimitaron tres zonas que ya fueron objeto de estudio en 2008, dentro del proyecto Life Posidonia, para detectar la evolución que ha tenido esta planta a consecuencia de los fondeos masivos que se registran todos los años y las conclusiones no pueden ser más pesimistas. Así, los biólogos han detectado más de 209 marcas de garreo (es el surco que deja un ancla cuando no queda sujeta en el fondo y se mueve) y han observado marcas continuas de las anclas sobre pradera de posidonia de hasta 344 metros de longitud.

En la comparación de la cartografía actual con la realizada en el estudio de 2008 se ha producido una pérdida de extensión de pradera de 0,59 kilómetros cuadrados, lo que supone un 20% del total.

En sus conclusiones, esta consultora marina considera que el impacto del fondeo de las embarcaciones es «severo» debido a la gran extensión deteriorada e «inasumible» teniendo en cuenta el estado de protección de la especie.