Uno de los rincones del barrio, donde se concentran varios establecimientos.

Pepe Pla Roig ha pasado su vida en Ca n’ Escandell, barrio situado a las afueras de la ciudad de Eivissa y que también se conoce popularmente como Casas Baratas. Precisamente, él recuerda cuál es el origen de ese nombre: «En la época de Franco se iban a construir unas casas a muy buen precio, y aunque solo se llegó a hacer una, ahí por donde está el bar Astro, ya se quedó el nombre». Él ha visto crecer el barrio -«antes aquí había solo cinco casas»-, aunque de una manera mucho más medida que otras zonas de la isla. «Aquí no se pueden construir viviendas de más de tres pisos y se conserva mucha casita pequeña», explica Mercedes Motes, de la asociación de vecinos de San Pablo. Desde esta agrupación, que cuenta con una sede y organiza numerosas actividades, como el mercadillo solidario que destina fondos a Cruz Roja, citan la construcción del parque de Ca n’ Escandell como «una espinita clavada». Aquel proyecto no siguió adelante y los niños se conforman con jugar en los dos parques infantiles que hay. «A mí me parece que les falta mantenimiento, son de madera y aquí vienen los niños con pequeñas astillas clavadas», comenta Elena, empleada en la farmacia cercana a uno de ellos. Además, el alumbrado del parque situado junto a la calle Atzaró falla cuando llueve. Pepe Torres, responsable del estanco, es el encargado de volver a ponerlo en marcha cuando esto ocurre. Este hombre, que charla con los vecinos continuamente, también destaca el mal estado de algunas aceras, como la de esa misma calle. «La gente mayor se cae continuamente, habría que arreglarlo cuanto antes».

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