«¿A usted nunca le extrañó que le dieran un sobre, que parece que está uno traficando con algo?», inquirió el juez instructor del caso Nóos, José Castro, ante las respuestas ofrecidas durante su declaración como testigo por una exempleada de la mercantil Aizoon, Olga Cuquerella, quien explicó cómo mientras trabajaba para Iñaki Urdangarin cobraba en sobres que el sobrino de éste le entregaba en diversos sitios de Madrid.

Según la extrabajadora, hermana de la exasistenta personal de Urdangarin Julia Cuquerella, el hecho de pagar con sobres de dinero «se hace más de lo que parece», terciando a su vez el magistrado: «Sí, ya lo hemos visto en la televisión». «El señor llevaba una cartera con sobres y los iba repartiendo a mucha gente, lo que uno no acaba de entender», apostilló en esta misma línea el instructor durante la declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press.

Según explicó la testigo, fue contratada por Aizoon -empresa de la que Urdangarin es copropietario junto a la Infanta Cristina- como «codificadora, que yo creía que era teletrabajo». Como tal, explicó, se dedicaba a «rastrear información» en Internet para posteriormente facilitársela a Urdangarin, principalmente relacionada con las fundaciones deportivas y «dependiendo de lo que me pidiese el señor Urdangarin» mediante los emails que le enviaba a través de su sobrino.

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En este sentido, al ser preguntada sobre si conserva los correos que recibía del Duque, la exempleada aseguró que no puesto que cuando terminó en ese trabajo borró todo lo que tenía en el servidor, una respuesta que llevó al juez a apuntar: «No todos los días recibe uno un correo del señor Urdangarin, *no guarda ninguno por curiosidad?».

Los investigadores postulan que Aizoon fue en realidad «interpuesta» para facturar servicios que nada tenían que ver con la actividad de la inmobiliaria, todo ello con el objetivo de reducir su propia tributación en la declaración del IRPF y beneficiarse de un tipo impositivo inferior. Para ello, fueron contratados trabajadores que en realidad no prestaban sus servicios para esta mercantil.

Sin embargo, Cuquerella señaló que realizó «muchos trabajos» para Aizoon y que los enviaba por correo. Mientras tanto, el dinero que recibía lo percibía en sobres del sobrino del Duque, Jan Gui Urdangarin, quien se los entregaba «en la calle, en la puerta de la cafetería o al lado del Retiro». «A usted no le hizo recelar esta manera de cobrar?» le preguntó Castro, respondiéndole la testigo de forma negativa.