El pasaje de la calle Pere Francés donde vive Gustavo Sánchez, que ha decidido denunciar la situación de desigualdad en la que se encuentra con respecto a los vecinos de su barrio.

El Ayuntamiento de Eivissa está recibiendo más de una queja estos días. La ampliación de la zona azul a otros puntos de la ciudad, a raíz del inicio de la nueva contrata a cargo de la empresa Estacionamientos y Servicios (Eysa), ha dejado al descubierto un importante error en la ordenanza municipal del servicio de estacionamiento regulado (ORA). La normativa discrimina a los vecinos Vila que viven en un pasaje o en una calle peatonal y no les permite acceder a la tarjeta para residentes. En su texto, la ordenanza establece que si la vivienda no da a la calle donde está pintada la zona azul, el residente no tiene derecho a ningún tipo de bonificación.

Esto le ocurre a Gustavo Sánchez, que vive desde hace cuatro años en un edificio ubicado en uno de los pasajes de es Pratet, cuya dirección es Pere Francés, una calle que ya luce el color azul de los nuevos aparcamientos de pago. «Como yo salgo de mi casa y no piso la zona azul no tengo derecho a aparcar, es un disparate», se quejó Sánchez, que detalló que tras hacer todos los trámites para solicitar la tarjeta de residente, ya que vive en es Pratet y paga el impuesto de circulación en Vila, denegaron su solicitud «con un informe negativo del Ayuntamiento» que dictamina que no le corresponde.

[Lea todos los detalles de la información en la edición impresa o en Kiosko y Más]