A la reunión que estuvo presidida por Vicent Serra y Mariano Juan asistieron representantes políticos y técnicos de Vila y la concesionaria. | German G. Lama

La reunión entre la concesionaria de la estación de buses del Cetis, el Ayuntamiento de Vila y el Consell d’Eivissa acabó ayer sin acuerdo. Por un lado, la concesionaria y el Consistorio ofrecieron un aplazamiento de siete días para la puesta en marcha de la nueva estación para que así el Consell organizara el traslado (el decreto de Alcaldía firmado por Vila establece que la estación debe empezar a funcionar el 1 de julio y ayer ofrecieron un retraso de una semana, el 8 de julio). Por el otro, el Consell no aceptó esta propuesta por considerarla «insuficiente» para organizar «en condiciones de calidad» el traslado de las líneas, según explicó el presidente del Consell, Vicent Serra. En este sentido, el presidente aclaró que no se oponen a la apertura de las nuevas instalaciones sino que necesitan «más tiempo». Concretamente pidieron a Vila y a la empresa concesionaria la puesta en marcha el 1 de octubre para que el traslado «repercutiese lo mínimo a residentes y turistas», algo que no aceptaron.

Por esta razón, Serra explicó que las acciones legales que emprende la máxima institución insular se centran en la presentación de un recurso contencioso-administrativo contra el decreto de Vila que ordena la puesta en marcha de la estación. En este recurso piden, además, la suspensión cautelar de este decreto. «En este documento pedimos que el juez se pronuncie cuanto antes respecto a la suspensión de este decreto dado que consideramos que el plazo que se nos da es demasiado corto», precisó Serra, quien añadió que el ofrecimiento para aplazar la apertura una semana «demuestra que el decreto se hizo con precipitación y sin tener en cuenta toda la tramitación que tiene que hacer el Consell».

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