La celebración de unas hipotéticas elecciones autonómicas provocaría un auténtico desastre electoral en el Partido Popular, que perdería su amplia hegemionía política en el Parlament al pasar de los actuales 35 escaños hasta los 28-29 que le atribuye el último sondeo realizado por el Instituto Balear de Estudios Sociales, IBES, en exclusiva para Ultima Hora.

El retroceso electoral de los conservadores se compensa con un avance de los socialistas y el regreso al Parlament de Esquerra Unida, que podría obtener hasta tres diputados autonómicos. Además, se produce una fragmentación del voto que abríría la puerta institucional a formaciones que nunca han tenido representación en la Cámara con sus propias siglas, como es el caso de Unión Progreso y Democracia, que a nivel estatal lidera Rosa Díez, y Proposta per les Illes, la formación regionalista que lidera Jaume Font. Esta dispersión del voto abre numerosas opciones postelectorales tanto en favor de la continuidad del PP en el poder como el regreso de la izquierda al Govern.

A pesar del incremento del optimismo sobre la situación general de las Islas, el Govern que preside José Ramón Bauzá no puede frenar el notable desgaste que le genera la gestión de la actual crisis económica y sus consecuencias, en especial en los recortes de servicios públicos como la sanidad y la educación.

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