El Govern ha atendido las consideraciones realizadas por el Consell Consultiu en el dictamen emitido sobre el proyecto de Ley de símbolos y ha decidido modificar la redacción de la futura norma, «pero mantiene el espíritu de la norma».

La portavoz del Ejecutivo autonómico, Núria Riera, lo ha confirmado este viernes en rueda de prensa posterior al Consell de Govern, quien, ha precisado que los servicios jurídicos del Ejecutivo balear han reformulado el apartado 3 del artículo 4 «que era el objetivo principal de controversia», cuyo nuevo redactado ya ha sido trasladado de nuevo a dicho órgano «para que emita un nuevo dictamen».

De este modo, el Govern ha decidido adaptarse al contenido de las observaciones realizadas por el órgano de consulta de la Comunidad Autónoma, que apuntaba a que la ley «no se ajusta a derecho» en el citado artículo que regula la utilización o colocación de símbolos en los edificios públicos, y en concreto, en los centros escolares, para lo que se requiere autorización previa.

No obstante, Riera no ha podido especificar cómo quedará el nuevo redactado de la Ley de símbolos tras los cambios introducidos, dado que, tal y como ha remarcado, «hay que esperar a la valoración que hace el Consell Consultiu sobre el nuevo redactado, antes de ofrecer una valoración definitiva sobre los detalles del proyecto».

«Los técnicos han hecho una adaptación a la propuesta del Consell Consultiu, para que el espíritu de la Ley se adecue a la seguridad jurídica que se quiere dar a la norma», ha precisado al respecto la portavoz del Ejecutivo isleño.

Por último, Riera ha remarcado que el objetivo que llevó al Govern a elaborar dicha normativa sigue siendo el mismo, que es el de dotar a la Islas de una normativa que disponen otras Comunidades Autónomas, «siempre dando libertad de expresión, pero evitando la politización del uso de símbolos», ha apostillado.