Marienna Sánchez-Jáuregui junto a Vicent Serra, en una de sus ultimas comparecencias como integrante del partido. | Efe

Si la venganza se sirve fría, dos meses ha sido tiempo suficiente para que Marienna Sánchez-Jáuregui le devuelva el golpe al Partido Popular. Tras renunciar en junio a la alcaldía de Vila, forzada por su partido y por quienes hasta ese momento eran sus concejales, la exalcaldesa presentó ayer su baja de las filas populares, pero anunció su decisión de conservar el acta de concejala. De esta forma, pasa a integrar la oposición municipal y deja al equipo de gobierno en minoría, y con la necesidad de pactar con ella misma y con los otros grupos de la oposición para aprobar sus propuestas de legislatura.

Según un comunicado remitido por el Partido Popular de Eivissa, Jáuregui presentó ayer por la mañana un escrito dirigido al presidente, Vicent Serra, en el que manifestó su voluntad «de abandonar la militancia», aunque conservando «su acta de concejala», para ejercer sus funciones como edil «no adscrita a grupo municipal alguno».

La propia Jáuregui justificó que adoptó esta decisión «desde la perspectiva que proporciona el distanciamiento». «Tras haber realizado un profundo análisis de los desagradables y a mi entender injustos e incomprensibles hechos, he llegado a la conclusión de que en aras de defender mi honorabilidad, mi dignidad y en coherencia con mis principios, no me queda otra alternativa que solicitar mi baja como militante del Partido Popular», destacó la exalcaldesa en un comunicado remitido por ella misma en el que justificó que mantendrá el acta de concejala que le otorgó «democráticamente la ciudadanía del municipio de Eivissa» y que pasará a formar parte del grupo no adscrito «como concejala independiente». «Desde dicha posición, haré todo lo posible por ser la garante de que se gobierne de acuerdo con los principios de honestidad, integridad y transparencia y evitar que nadie se olvide de ello», añadió la edil.