Los pequeños participantes de la Escola Municipal d’Estiu se lo pasaron en grande comiendo los platos.

l colegio Venda d’Arabí de Santa Eulària se ha convertido durante estos últimos cinco días en una gran cocina en la que los 153 niños de 4 a 11 años que participan en la Escola Municipal d’Estiu de la localidad han preparado multitud de platos. Y ayer, después del duro trabajo, llegó el momento más deseado: el de poder probar las creaciones.

Durante los instantes previos el patio del centro se convirtió en un hervidero de niños hiperactivos. Los monitores luchaban por controlar a sus distintos grupos pero se antojaba tarea complicada, teniendo en cuenta que era la una de la tarde y a esa hora el hambre aprieta tras una jornada repleta de actividades.

Además, todos los participantes querían mostrar su plato de la mejor manera posible y que éste fuera el más llamativo y el más probado por sus compañeros. «Nosotros hemos hecho unos canapés saladitos con pan de molde, embutido, paté y con formas de estrella, peces o flores», comentaba Gema, una joven cocinera de apenas ocho años. Mientras, justo a su lado, Ana, Luciana, Carla, Eva o Yasmin se decantaron por unas magdalenas rellenas de chocolate y mermelada, y el grupo de Jenifer y Marc, de seis y siete años, por refrescantes brochetas de fruta.

Y así hasta completar una amplia lista en la que destacaban un pastel de chocolate con galletas, bombones de dulce de leche, galletas de la pastelería del monstruo de las galletas, monedas de chocolate, meteoritos de cereales y hasta un pastel de natillas.