El Ejecutivo de Balears ya ha dado con una fórmula para ‘retirar’ las Medallas de Oro concedidas a personas que hayan sido condenadas. Según un anteproyecto de decreto que ayer hizo público el Govern, y que regula el procedimiento de concesión, «la Medalla de Oro se entiende concedida con carácter permanente exceptuando que la personas galardonada sea condenada por sentencia firme por algún delito». En este caso, y según establece el artículo 3.4 de decreto, la medalla se entenderá concedida «hasta el momento en que se produzca el hecho anterior», es decir condena en sentencia firme.

El decreto no establece en ningún momento que una persona condenada tenga que ‘devolver’ la medalla. Se entenderá que ha perdido vigencia.

La posibilidad de retirar distinciones y honores se planteó a raíz del llamado ‘caso Nóos’, que afecta a Iñaki Urdangarin, distinguido, en 1998, junto a la infanta Cristina, con la Medalla de Oro de la Comunitat Autònoma. No se suspenderá su distinción hasta que haya sentencia firme. En este momento, aún no se ha celebrado el juicio.

El Ejecutivo hizo público ayer dos decretos: el referido a la Medalla de Oro y el que regula los Premios Ramon Llull. La anulación de distinciones a personas condenadas afecta a ambas distinciones, las máximas que otorga la Comunitat Autònoma.

Los anteproyectos introducen como requisito para optar a ambos reconocimientos que la persona galardonada «no haya sido condenada por sentencia firme por ningún hecho delictivo».

El Parlament aprobó el pasado abril por unanimidad una proposición de ley que instaba al Govern a retirar las distinciones honoríficas «a aquellas personas condenadas en sentencia firme por casos de corrupción».

En julio, cuando el Tribunal Supremo, confirmó la primera de las sentencias condenatorias contra el expresident Jaume Matas se retiró el retrato oficial de la galería de expresidentes del Govern.