Entrada a la urbanización La Joya, ubicada en Cala Llenya, Sant Carles. | Natalia Navarro

Los vecinos de la urbanización La Joya, ubicada en Cala Llenya, Sant Carles, han puesto el grito en el cielo al ver lo que el avance del Plan Especial redactado por encargo del Ayuntamiento de Santa Eulària tiene reservado para esta zona. La previsión del desarrollo de unas cien viviendas plurifamiliares de dos, tres, cuatro y cinco alturas, ha provocado un importante conflicto entre particulares y promotores. La lucha de intereses se da incluso entre nombres conocidos, como el mentalista Anthony Blake, propietario y uno de los principales opositores a esta edificación, y Antonio Molina, hermano de la actriz Ángela Molina, promotor y a la vez presidente de la Entidad Urbanística Colaboradora, la comunidad propietarios de La Joya, que integra a unos 400 particulares.

Aunque el Ayuntamiento de Santa Eulària matiza que el asunto «no está ni mucho menos cerrado» y que se busca «un acercamiento de posturas», lo cierto es que hay propietarios que están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias. Éste es el caso del abogado Carlos Garzón, que critica que el plan especial solo habla de «construir». «Aparte de los derechos que puedan tener los promotores de esta edificación, este avance en ningún caso puede servir para este fin», aseguró Garzón que puso como ejemplo el plan especial de otra zona turística de Santa Eulària, Es Figueral, en la que el documento «establece viales, el impacto medioambiental, qué tipo de servicios o suministros hacen falta para la zona». «En una palabra, cumple la normativa urbanística mientras que este avance responde a las expectativas constructivas de las dos sociedades promotoras de la zona, lejos de preocuparse qué viales se van a hacer o qué suministros hacen falta. No tiene en cuenta el tejido existente, cuál es la característica de la zona, qué pasa con el problema gravísimo de agua que tiene la urbanización ni los problemas de saneamiento», criticó.