Jaume Espinosa, libreta en mano, analizando un ejemplar de Phaelus schweinitzii.

El pebrasset de moro es una seta corriente en Eivissa. Suele aparecer en las zonas de pinar con jaras, mata y mirto. Tiene un tamaño que oscila entre los tres y los diez centímetros de diámetro y, aunque es comestible, suele ser desechada por los expertos porque al cocinarla toma un color violáceo y no tiene mucho sabor. Hasta ahí, todo normal. Sin embargo, desde hace algún tiempo un misterio rodea a esta seta, también conocida como ull de perdiu, cama de perdiu o seta reluciente.

Algunos reputados micólogos, como el madrileño afincado en Eivissa Jaume Espinosa, están estudiando su posible vinculación con una especie muy parecida que crece nada más y nada menos que en una zona remota de Nepal. «De momento no hay nada concreto, porque todo está en fase de estudio, pero según los primeros resultados conseguidos a través de las pruebas de genética molecular podríamos estar hablando de una subespecie que tendría mucho en común con una especie de pebrasset de moro que se genera únicamente en Eivissa», comenta el propio Espinosa.