Dos jóvenes turistas hacen botellón en la calle de bares del West End, en Sant Antoni.

La Direcció General de Comerç del Govern balear ha aceptado transferir a Sant Antoni las competencias para sancionar y clausurar las tiendas que abren 24 horas (conocidas como bodegas) y que venden alcohol a partir de las 00,00 horas, fuera del horario permitido. La medida fue solicitada por el Consistorio debido a los problemas de orden público y suciedad que ocasiona en verano el consumo de alcohol en la vía pública, pero afectará a todos los ayuntamientos de las Islas. Esto se debe a que será un cambio de la Ley de Ordenación de la Actividad Comercial de les Illes Balears, que se prevé someter a pleno antes de que termine el año para que entre en vigor en 2014.

El teniente de alcalde de Sant Antoni, José Antonio Verdugo, aseguró ayer que desde la Direcció de Comerç «están conformes con esta petición», que permitirá un mayor control de la problemática desde el propio Ayuntamiento. «Nosotros hicimos esta solicitud porque nos atañe muy directamente. Hasta ahora lo único que podía hacer la Policía Local era ir al establecimiento y constatar que estaban infringiendo la ley», explicó Verdugo.